Por lo general, en la vida, no es necesario ser un héroe. En la vida real no hace falta ser una súper estrella del pressing catch ni ser un atleta y estar a rendimiento olímpico. Sólo necesitamos eficiencia constante en el día a día. ¿Vas a entablar una conversación con una mujer? Eso no es algo heroico ya que conversarás con otro ser humano (como nosotros). Su forma de pensar es diferente a la nuestra, pero siguen siendo seres humanos.
Una vez más tengo que decirte que no hay nada de malo en ser radiante y poderoso: lo experimentarás. Pero a veces no es lo que quieres ser, no te preocupes: no pasa nada.
La otra parte de la confianza en la aceptación es la confianza en la extracción. Eso significa que tienes buenas maneras de aprender de las situaciones, incluido las situaciones confusas.
Creo que uno de los mayores desafíos para los chicos que comienzan en esto no es el miedo, ni la frustración ni la soledad: es la confusión. Pruebas algo y no funciona al cien por cien: ¿funciona quizá al 70 o al 60 por ciento? Es algo que no se puede averiguar: ¿está funcionando verdaderamente? ¿no acaba de funcionar? ¿estoy progresando? ¿esto sirve de algo? Esta confusión puede mantenerte en ascuas y si tienes una buena estrategia para aprender y convertir la confusión en algo claro, está por el buen camino.
Una vez más, tenemos que concienciarnos a la idea de quitar las dudas o confusiones de la cabeza. Hay que trabajar en ello y ser valientes, no perdemos nada.
Hay que tener las cosas claras, la confesión de aceptación puede ser tuya ahora mismo. No requiere que tengas habilidades sociales o un historial de hacer siempre las cosas bien porque es una actitud hacia la incertidumbre. Sencillamente acoge la incertidumbre con la finalidad de qué aprenderás algo interesante.
Cuando vas por el mundo sin necesidad de tener garantías, estás por delante de la gente. La mayoría de la gente no sabe manejar la incertidumbre. Matarían a alguien en lugar de esa incertidumbre. Si alguien desafía sus creencias, matarían a esa persona en lugar de ocuparse de la incertidumbre de ser desafiados.
Cuando se puede caminar por el mundo y estar bien con la incertidumbre, irradiarás otra cara y, sutilmente, lo notarán la gente de tu alrededor. No se puede competir con esa sensación de bienestar. No es algo preocupante ni da miedo. Es una actitud frente a la vida. Se le puede llamar carisma sigiloso. La gente no lo verá venir y nunca será capaz de poner su mano en el fuego sobre adivinar del porqué de tu atractivo.
Finalmente, tenemos lo que yo podría definir como conciencia de compasión. Creo que en la vida deberías tener bifocales de doble visión. Tienes que ser capaz de ver de lejos y de cerca. No es literal, pero no estaría mal que así lo fuera.
En cierto sentido, cuando estás tratando con gente, tienes que ser capaz de ver el resultado que deseas obtener con ellos. Tendrías que ver lo que te gusta, alguna emoción o comportamiento. Entonces, también, tienes que tomar la visión más amplia y, así, recordarás que todos somos humanos. Estamos todos en el mismo barco: tienes que ser capaz de hacer las dos cosas a la vez.
Hay muchas áreas en la vida en las que ese tipo de visión es muy útil. En los negocios: tienes que mantener tu ojo en el horizonte y tener la visión ampliada. Pero tienes que mirar de cerca en la vida cotidiana y los posibles problemas que te podrían surgir. Esta capacidad de cambar tú visión o la perspectiva, no físicamente sino metafórica, es crucial para el éxito. Hay muchas personas que se quedan atrapados en uno u otro.
Confianza de la compasión es sobre una cierta percepción. Queremos decir lo que no es. No soy, realmente, una persona sentimental. No se trata de brotar con la luz blanca de Jesús, sin ofender a los creyentes. Más bien es una percepción de que todos estamos en el mismo barco.
Si piensas en la última mujer que te intimidó piensa, ¿qué llevaba ella el día que nació? Piensa que llevaba lo mismo que tú el día de tu nacimiento: para ser más claros, no llevabais nada: estabais desnudos, ¿correcto? Todos somos mortales, algún día moriremos.
Un día, la muerte nos vendrá: y todos nuestros trucos y las vivencias vividas no importarán ya que se irán con nosotros. En medio de eso, los seres humanos estamos tratando de averiguar el sentido a esta vida.
La confesión de la compasión es que, en alguna parte de tu mente, sostienes la perspectiva de qué estamos todos en el mismo barco. Las mismas manos que nos están trayendo dentro y fuera de la existencia, que moldean la arcilla en cada momento y, luego, la ponen junta y la remodelan.
Dejar de ver al resto de personas como objetos separados de ti, sino ver que todo es un proceso continúo generado por lo mismo, independientemente, de si quieren personificarlo como Dios, naturaleza o expansión o contracción. Si de vez en cuando se puede deslizar en esa visión del mundo o mantenerlo en la parte posterior de su mente, crea una visión diferente hacia la gente.
Hace unos años, estaba con un amigo, era tarde en la noche oscura y estábamos saliendo de un bar de copas cuando había un par de chicas, en la parada, esperando un taxi. Yo me hice el gracioso y le comenté a mi amigo, en voz alta: mira, hay dos damas preciosas al final de la noche esperando un carruaje tirado de caballos que la lleven hasta su casa.
Por alguna razón, el comentario cayó en el camino equivocado. Aún, a día de hoy, no sé lo que falló. El comentario de una de ellas fue: mira esos dos, que aún no se han acostado, desesperados por conseguir tema. Yo no me lo tomé a mal, pero mi amigo sí.
Mi amigo estuvo a punto de gritarle algo deshonesto, pero yo lo cogí del brazo y le dije que no. Ellas pueden comentar lo que quieran. Siempre venimos de la compasión: esa chica debe tener madre, debe tener una mejor amiga, posiblemente sea hermana de alguien, en algún lugar ella es muy querida. Todo cambió de golpe: dejé de verla como un trozo de carne y la vi cómo un ser humano.
En ese momento, las chicas se quitaron la coraza y cuando nos íbamos nos llamaron y cuando nos acercamos, nos dijo la del comentario deshonesto: lo sentimos, chicos, pero es que hemos estado toda la noche rehuyendo y librándonos de idiotas que sólo nos miraban el culo y las tetas, y no paraban de babearnos. ¿Cómo os llamáis? Le conteste: el señor maravilloso, y nos fuimos.
Quiero que analicéis y observéis lo sucedido. Si puedes caminar a través de la incertidumbre sin necesidad de garantías, y de esa manera le das una especie de permiso para obtener tu primera respuesta te envolverás en algo muy poderoso.
Una gran parte de los chicos se piensa que al ser valientes al probar algo nuevo, la mujer les debe de dar su apoyo y tienen que ser amables con ellos. Después de todo, hacen ver que son valientes y se arriesgan. No, no es eso (no está escrito en ningún contrato) Ninguna persona en su sano juicio firmaría un contrato comprometiéndose que tiene que apoyar a la gente arriesgada, dándole apoyo emocional. Las cosas no funcionan de esa manera.
Si puedes manejar la incertidumbre y conceder a la otra persona permiso completo para contestarte lo que quiera, entonces algo mágico puede suceder.
Te recomiendo que leas estas entradas ya que hay mucho material aquí escrito.
Recomiendo, también, que hagas frente a otros desafíos que se enfrenten a tu día a día. Gracias por tomar este viaje a mi lado.