Cualquier sitio es bueno para ligar
Lo hemos dicho en algún post: el verdadero seductor no desprecia escenario alguno. Tan buena puede ser para él la barra del bar como la biblioteca, el parque como la sala de espera del médico, la cena de empresa como el tanatorio. Quien tiene vocación de seductor es un echador vocacional de redes. No importa si éstas tienen que ir a parar a un lago de aguas calmadas o a un océano embravecido. Echarlas es lo que importa. La cola del paro, el supermercado, las gradas del Camp Nou o el Bernabéu, la fiesta mayor del barrio… no hay situación ni escenario que el seductor desprecie y uno de esos escenarios es, por supuesto, el gimnasio.
Y es que el gimnasio no es sólo ese lugar en el que la gente va a ponerse en forma. El gimnasio es un buen lugar para socializar y encontrar a personas con gustos parecidos. Del gimnasio pueden salir conversaciones que giren sobre temas tan diversos como pueden ser el último suplemento alimenticio, la penúltima bebida isotónica, el nuevo y revolucionario material con el que se están empezando a realizar las mancuernas, los últimos consejos de los nutricionistas para mejorar los resultados de nuestros ejercicios fitness… Los temas pueden ser infinitos y eso puede servir para que dos personas que, de algún modo, se sientan atraídas y deseen conocerse más a fondo puedan romper el hielo.
Claro que, para conseguir eso, hay que entrar con voluntad comunicativa en el gimnasio. Nada tan diferente a la actitud que hay que tomar cuando uno entra en la discoteca. Sentarse en una esquina de la barra con la vista fija en el cubata no es la mejor manera de conocer gente. Sentarse sobre la bicicleta indoor con los auriculares colocados a todo trapo, tampoco. Encerrarse en la propia concha nunca fue la mejor manera de ligar.
Cómo ligar en el gym
A continuación vamos a darte una serie de consejos básicos que pueden servirte para ligar en el gimnasio.
Lo primero que debes hacer si quieres ligar en el gimnasio es establecer contacto visual con la persona que te haya atraído. Establecido dicho contacto visual podrás ensayar esa sonrisa que siempre te hace quedar tan bien y que tan bien le sienta a tu rostro. Ya hemos visto en otros posts de este blog cómo la sonrisa puede ser una excelente llave para abrir la puerta a una posible seducción.
Si la chica a la que quieres seducir te devuelve la sonrisa considera ese gesto como una señal de aliento. Esa sonrisa devuelta es lo que necesitas como justificante para ir un poquito más allá. Ese ir un poquito más allá puede consistir en preguntar por el funcionamiento de la máquina en la que ella está realizando fitness o en sus rutinas de entrenamiento. Puedes decirle los días que vas y preguntar por los días en que ella acude al gym. Ese tipo de conversación puede ser ideal para llegar a un territorio más personal. Al hablar de los horarios a los que cada uno vais al gimnasio se habla, de paso, de las obligaciones laborales y del tipo de trabajo que cada uno realiza. Y eso crea puntos de contacto.
Un consejo que debes tener en cuenta a la hora de ligar en el gym es que no puedes ir “echando los tejos” a diestro y siniestro. La gente, aunque no lo parezca, lo ve todo en el gimnasio. Y los espejos multiplican nuestra imagen mucho más de lo que llegamos a imaginar, exponiéndola a todas las miradas. Si andamos picoteando como gorriones entre diferentes mujeres no tardará en crearse de nosotros la imagen del típico buitre que le hace a todo y que no discrimina. Para ligar en el gimnasio debemos discriminar o, lo que viene a ser lo mismo, debemos centrar nuestros esfuerzos en una determinada persona. Si deseamos intentar ligar en el gimnasio con más de una persona deberíamos hacer algo fundamental: acudir en diferentes horarios. Nuestro consejo, sin embargo, es siempre el de concentrar todos nuestros esfuerzos en un único objetivo. Creemos que puede resultar más efectivo para todo aquél que quiera ligar en el gym.
Una buena manera de ligar en el gimnasio es, al decir de los científicos, compartir el ejercicio físico. O, mejor aún: competir de alguna manera realizando la misma actividad física. La universidad canadiense de British Columbia realizó en su momento un estudio en el que se revelaba que las mujeres que, a causa del esfuerzo físico derivado de la práctica deportiva, están experimentando un subidón de adrenalina tienden a considerar que el hombre que comparte dicha actividad con ella es más atractivo que aquél que no la comparte. Echarse unos largos de piscina juntos, pues, puede ser una buena manera de allanar el camino para ligar en el gimnasio.
Lo que no debes hacer nunca si quieres ligar en el gym es exhibirte en exceso como si fueras un Superman de extrarradio ni resultar invasivo. Hay que respetar el espacio de la otra persona y, por supuesto, no hay que interrumpir nunca el ejercicio que esa persona esté realizando. Espera a que termine para, por ejemplo, sugerirle cómo mejorar los resultados de su ejercicio. Eso sí: que la sugerencia sirva, verdaderamente, para mejorar los resultados del individuo. No inventes. Después de todo, estamos hablando de algo tan serio como la salud.
De la magia del zumba al estilo de la ropa
Dentro de las programaciones que casi todos los gimnasios realizan de sus actividades físicas, la del zumba es una de las más extendidas y de las que cuentan con un mayor número de seguidoras. Las clases de zumba son un terreno abonado especialmente favorable a aquél que quiera ligar en un gym. Muchas mujeres creen que ése es terreno reservado para ellas. Sorpréndelas. Entra en una clase de zumba y, sobre todo, ponte al lado de esa señora mayor que nunca falta en una clase de zumba como Dios manda. Serás visto por todas (o casi todas) las chicas de la clase de zumba como un auténtico “encanto”, lo que, sin duda, sumará puntos positivos en tu haber para que, llegado el momento, puedas ligar en el gimnasio.
Lógicamente, cuida del modo de vestir cuando vayas al gym. No importa que vayas a sudar o a echar los bofes por la boca. Hay que procurar ser glamuroso hasta en el esfuerzo. Así, selecciona con un poco de gusto tu ropa deportiva. La camiseta de tu equipo de fútbol no es el mejor complemento para ligar en el gimnasio. Para empezar, ni siquiera sabes si tu pasión por el club que fundara Joan Gamper es compartida por esa chica en la que has puesto los ojos. Bien pudiera ser (nadie es perfecto) que esa chica tuviera su habitación forrada con posters de David Beckham, Raúl, Sergio Ramos o, claro está, Cristiano Ronaldo.
En el gimnasio, saber combinar la sudadera con los shorts o la camiseta con la cinta para el sudor es tan importante como saber combinar el color de la camisa con el de la corbata cuando se va a un acto público en el que se exige un mínimo de etiqueta. Combina con gusto tus diferentes prendas deportivas.
Algo que tampoco debe hacer quien quiera ligar en un gimnasio es llevar la misma ropa deportiva cada día. No importa que la ropa se lave a diario y que cada noche pase por la secadora. Quien te contempla puede pensar que esa camiseta, esa sudadera o ese short volvieron a tu cuerpo sin pasar previamente por la lavadora, y eso, como puedes suponer, juega en tu contra a la hora ligar en el gym. Quien quiera ligar en un gimnasio está obligado a realizar una pequeña inversión en ropa deportiva. Desde que se inventó Decathlon, eso no tiene por qué salir excesivamente caro. Aunque ya sabemos que es difícil competir a nivel estiloso con los diseños de las primeras marcas.
Sabiendo todo esto, ya puedes intentar ligar en el gimnasio. Eso sí, ten siempre presente que deberás luchar con un competidor que parte con una ventaja que puede ser casi decisiva: el monitor. Casi siempre está más cachas y, lógicamente, lo sabe casi todo (o así debería ser) sobre fitness. Que eso no te desaliente. Nadie dijo que ligar fuera fácil. Tampoco en un gimnasio.