Una carrera de obstáculos
Sabemos que la Psicología es una inestimable herramienta para ligar. De ello ya hablamos en uno de nuestros últimos artículos. Por eso, de manera esporádica, prestamos atención en este blog a algún concepto directa o indirectamente relacionado con ella y que, trasladado al terreno de la seducción, nos pueden ayudar a ser más seductores y a incrementar nuestras posibilidades de ligar. En esta ocasión vamos a fijar nuestra mirada en el concepto de resiliencia, un concepto fundamental a la hora de mantenerse a flote y, finalmente, llegar a puerto en los siempre agitados océanos de la seducción.
¿Qué es la resiliencia? Según el diccionario de la Real Academia Española de la lengua, la resiliencia es la capacidad humana de asumir con flexibilidad situaciones límite y sobreponerse a ellas. Desde el punto de vista de la Psicología, la resiliencia nos permite salir fortalecidos de experiencias que, por un motivo u otro, nos hayan resultado traumáticas.
John Bowlby, creador de la teoría del apego, fue el primer autor que empleó el término resiliencia, aunque sería posteriormente el psiquiatra, neurólogo, psicoanalista y etólogo Boris Cyrulnik quien, en su obra Los patitos feos, introdujo el término resiliencia en el terreno de la Psicología y lo dio a conocer.
Características de las personas resilientes
La persona resiliente es la persona que, asumiendo e integrando las experiencias difíciles, sabe pasar página. Que una persona posea resiliencia no quiere decir que no experimente sufrimientos ni angustias. La persona resiliente no es, pues, una persona insensible, sino una persona que, sintiendo y experimentando las sensaciones citadas, las integra de manera adecuada a su caudal de experiencia y se fortalece con ellas.
Hay personas que son resilientes casi por naturaleza (habitualmente estas personas lo son porque han tenido en sus padres o familiares más cercanos un modelo a seguir) y personas que, a base de trabajo, puede aprender y desarrollar la resiliencia.
Entre las características de las personas resilientes podemos destacar las siguientes:
- Sus expectativas ante situaciones adversas son realistas.
- Utilizan el raciocinio a la hora de valorar los hechos.
- Manejan con calma las emociones y los sentimientos de rango negativo. La persona resiliente no intenta controlar las situaciones, sino las emociones.
- Son flexibles a la hora de adaptarse a las nuevas situaciones.
- Confían en sus capacidades.
- Son constantes a la hora de realizar una tarea y tenaces en sus propósitos.
- Son pacientes.
- Son creativas.
- Saben vivir el presente, es decir, practican el mindfulness o conciencia plena, se centran en el aquí y el ahora, lo que les permite focalizar su atención en la situación que deben vivir, sin dispersarse.
- Utilizan el humor para enfrentarse a la adversidad.
Consejos para ejercitar la resiliencia
Una vez conocidas las características principales de las personas resilientes, la pregunta es: ¿cómo se puede adquirir y ejercitar la resiliencia? ¿Cómo podemos estimularla? ¿Cómo podemos convertirnos en personas resilientes? Serlo es fundamental para salir de las malas experiencias, también en el terreno de lo sentimental y lo erótico. Nada mejor que ejercitar la resiliencia para superar un fracaso amoroso o para relativizar un no cuando hemos intentado ligar. Nada mejor que echar mano de ella para eludir uno de los grandes riesgos al que se enfrenta quien ha padecido un no: el de la autoconmiseración. Quedarnos en un rincón lamiéndonos las heridas y lamentándonos de nuestra mala suerte no nos ayudará a ligar. Al contrario: sólo servirá para incrementar nuestra falta de autoestima, y esa falta de autoestima, lo sabemos y lo hemos repetido en otros artículos, es uno de los grandes lastres que deberemos quitarnos de encima cuando deseemos, de nuevo, intentar ligar.
Así, será necesario ejercitarse en la estimulación de nuestra resiliencia para incrementar nuestra capacidad para ligar. ¿Cómo? Aplicando algunos de los siguientes consejos:
- Creando relaciones sociales que vayan más allá de los límites familiares y procurando pasar más tiempo con los seres queridos.
- Evitando el considerar las crisis obstáculos insuperables.
- Aceptando que la vida está llena de cambios y que éstos, por tanto, son parte de ella.
- Marcándose metas realistas e invirtiendo esfuerzos en alcanzarlas.
- Llevando a cabo acciones decisivas, es decir, evitando el dejarse arrastrar por los acontecimientos.
- Cultivando una visión positiva de uno mismo. Si interiorizamos el pensamiento de que somos capaces de enfrentarnos a todo tipo de problemas y superarlos, estaremos fomentando nuestra resiliencia.
- Mirando las cosas con perspectiva, relativizando su importancia y evitando, siempre, el agrandarla más allá de sus propios límites.
- Ejercitando la esperanza. Para fomentar la resiliencia hay que evitar, en todo momento, el dejarse vencer por el desánimo y el pesimismo. Pesimismo y resiliencia no pueden ir nunca de la mano. La persona resiliente es, por definición, una persona positiva y optimista, una persona que confía en el futuro y que tiene interiorizado que, como dice el dicho, detrás de la tormenta llega siempre la calma.
- Cuidándose de uno mismo, es decir, prestando atención a nuestras propias necesidades y deseos e intentando, en la medida de los posible, satisfacerlos.
- Aprendiendo del pasado, es decir, revisándolo y analizando nuestro comportamiento ante ciertos acontecimientos. Al analizar dicho pasado debemos contestarnos a preguntas como ¿nos sirve pensar en personas importantes de nuestra vida cuando estamos estresados?, ¿nos ha ayudado prestar ayuda a otras personas que han vivido experiencias negativas similares a otras que nos hayan sucedido a nosotros? o ¿qué obstáculos hemos superado a lo largo de nuestra vida y cómo?
- Buscando ayuda cuando se necesite bien sea en un profesional de la Psicología que nos pueda asistir a la hora de desarrollar una estrategia que nos ayude a salir adelante, bien en libros y publicaciones, bien en grupos de auto-ayuda y apoyo, o bien en páginas webs de prestigio en las que podamos encontrar orientaciones o ideas que nos ayuden poco a poco a construir y fortalecer nuestra resiliencia.
- Cuidándose física y mentalmente. La construcción de una resiliencia física es fundamental para, en base a ella, mejorar nuestra resiliencia emocional.
Siguiendo todos estos consejos conseguiremos incrementar y fortalecer nuestra resiliencia y eso nos convertirá en personas más capacitadas para enfrontarnos a nuevos retos. Y uno de esos retos puede ser, por qué no, ligar con esa chica que tanto nos gusta y a la que apenas nos atrevemos a decir nada.