Robert Green y El arte de la seducción
Hay nombres que marcaron un hito en el mundo de la seducción. En nuestro último post hablamos del que sin duda fue un monstruo de la seducción, Giacomo Casanova. Creemos que siempre hay que destacar la figura de los grandes maestros y, por supuestos, utilizarlas como referencia a la hora de aprender algún tipo de truco o estrategia que nos sirva para ser mejores seductores. Por eso dedicamos ese post al afamado seductor veneciano y por eso vamos a dedicar este artículo a uno de los grandes teóricos de la seducción, el escritor y psicólogo estadounidense Robert Greene.
Greene, que ha trabajado como editor y escritor en varias publicaciones de Nueva York o Los Ángeles y que ha vivido en ciudades tan diversas como París, Londres o Barcelona, es un afamado autor que ha centrado su obra en el análisis de fenómenos tan diversos y a la vez tan interrelacionados como pueden ser el poder (Las 48 leyes del poder fue su primer éxito y un best-seller internacional) o la guerra (Las 33 estrategias de la guerra).
Como forma especial del poder, la seducción atrajo también en su momento la atención de Robert Green. Éste, para plasmar sus conocimientos sobre el tema, escribió El arte de la seducción, un manual de seducción que, editado por vez primera en 2004, figura con merecimiento entre los grandes clásicos del género.
Seductores de todo tipo
Es en El arte de la seducción donde encontramos una tipología de los tipos de seductor que pueden existir. Dentro de dicha tipología podemos encontrar nueve tipos de seductor. Esos nueve tipos son los siguientes:
- La sirena. Para hacernos una idea de cómo es “la sirena” pensaremos en la mujer que Green utiliza como modelo de este tipo de seductor. Esa mujer es Cleopatra. Al igual que la famosa reina de Egipto, este tipo de seductora acostumbra a ser divina, encantadora, un tanto innacesible. La gestualidad, la delicadeza y una manera de vestir glamourosa serán tres de los tips que nos permitirán identificar a este tipo de seductora.
- El libertino. Cuando habla del libertino, Robert Green habla del tipo duro, del hombre que vive al límite, del hombre seguro de sí mismo que pisa fuerte y que destaca ante todo por su capacidad para transgredir cualquier tipo de norma. Ésas serían las características principales de este tipo de seductor.
- El amante ideal. ¿Existe? Parece que sí. Dice Robert Green que este tipo de seductor es una especie de ilusionista, un hombre capaz de crear romances perfectos. Un seductor hecho para las más exigentes damas, sin duda.
- El dandi. Este tipo de seductor se pasea sobre ese espacio ambiguo que tiene connotaciones tanto masculinas como femeninas. Dinámico, impredecible, con don de gentes… así dibuja Robert Green a este tipo de seductor. De entre todos los dandis que han existido en la historia, Robert Green destaca en especial la figura de Rodolfo Valentino.
- El cándido. Falso cándido, sería más correcto decir. Juguetón, pícaro, infantiloide, impulsivo, inconsciente… Un niño, en definitiva. Un niño encantador al que dan ganas de achuchar y acariciar y llenar de besos. Según Robert Green, una especie de Mozart.
- La coqueta. Robert Green denomina a este tipo de seductor utilizando el género femenino, pero también puede existir el coqueto. Y de hecho existe. Este tipo de seductora es desesperante. Nunca se comporta como esperas que lo haga. Ciertamente, con este tipo de seductor/a no hay que hacerse demasiadas ilusiones.
- El encantador. Este tipo de seductor tiene mucho peligro. ¿Por qué? Porque crea dudas. Es tan atento, tan comprensivo, tan amigo de escuchar, que la persona que está cayendo en sus redes no se da cuenta de ello hasta que está atrapado en ellas. Parece un amigo al que no le interesa el sexo, alguien sin dobles intenciones, un desprendido. Ésa es precisamente su fuerza y ésa la clave de su éxito.
- El carismático. La salsa de todas las fiestas, el centro de atención, el Rey Sol de la seducción. Alrededor de él gira todo. Este tipo de seductor es, ante todo, un maestro de la comunicación, una mezcla de político, humorista y contador de historias.
- La estrella. ¿Quieres un nombre? Escoge a cualquier galán de cine. Este tipo de seductor es glamuroso, atractivo, muy diferente a todos nosotros. Su vida, al menos, tiene muy poco que ver con la nuestra. Gracias a él podrás ir donde nunca fuiste antes y donde muy probablemente nunca podrías entrar si no fueras con él.
Estos nueve arquetipos de seductor son los que Robert Green recoge en El arte de la seducción. Saber con cuál de ellos nos identificamos puede servirnos para mejorar nuestras técnicas de seducción. El autoconocimiento, al fin y al cabo, es una de las mayores fortalezas en manos de una persona para tomar las riendas de su vida y conseguir sus objetivos.
Si tu objetivo es ligar, reconócete en alguno de los tipos de seductor de Robert Green. Una vez te hayas reconocido, actúa en consecuencia. Tendrás más éxito si te comportas de acorde a tu naturaleza que si finges ser quien no eres. Si quieres ligar, nunca intentes comportarte como una estrella si eres tipológicamente un cándido y no juegues a ser este último si tus características personales te engloban en el grupo de los dandis.