Vocación de “dating coach”
El lenguaje no cesa de crear neologismos. Y la mayor parte de ellos vienen perfumados con un innegable aroma british. Así, el jefe de producto se ha convertido en product manager, el encargado de redes sociales en Community Manager, el Director Ejecutivo se ha convertido en CEO, el colaborador es un Partner y el becario, que en otros tiempos fue aprendiz, se ha convertido en trainee. Nos volvemos glamourosos y, así, llenos de glamour dejamos de ser consejeros sentimentales o proporcionadores de herramientas para ligar para convertirnos en dating coach. Nuestra función sigue siendo la misma, proporcionar herramientas que sirvan a las personas para poder relacionarse más y mejor con los otros, pero nuestro nombre luce, desde hoy, más estiloso.
Como dating coach venimos proporcionando desde que iniciamos este blog una serie de consejos que deben servir para conseguir una cita y para que ésta se desarrolle con éxito. Ni somos los primeros ni seremos los últimos en dedicarnos a eso. De hecho, alguien podría pensar que somos multitud. Es posible. Pero si de algo podemos presumir es de no ser exclusivistas. Nosotros no defendemos fanáticamente sistema alguno de seducción. De hecho, pensamos que el éxito o el fracaso a la hora de seducir a una persona depende finalmente de tantos factores que intentar sistematizar la experiencia de la seducción resulta, en el fondo, un tanto utópico.
Las claves para ligar
Asumir esto no quiere decir, en modo alguno, que no consideremos que existen una serie de factores que deben cumplirse de manera ineludible para que pueda llevarse a cabo ese proceso de seducción. ¿Qué factores son esos?
- Uno: que trabajemos nuestro yo interno para, entre otros objetivos, mejorar nuestra autoestima.
- Dos: que trabajemos nuestro yo externo para mejorar nuestra imagen y proyectarla al exterior de manera que resulte más atractiva.
- Tres: que trabajemos especialmente nuestras habilidades sociales.
Actuando sobre esos tres ítems conseguiremos aumentar nuestras posibilidades de éxito a la hora de ligar.
La mejora de nuestra imagen y la potenciación de nuestras posibilidades de éxito pasa por un autoanálisis exhaustivo de nuestra personalidad. Que nadie es perfecto es algo más que un tópico. Es una verdad incuestionable. Tampoco nadie es completamente un “desastre”. Todos tenemos, pues, defectos y virtudes. Ese proceso de autoanálisis del que hablamos debe centrarse en el reconocimiento de unos y otros. Pulir los primeros y potenciar las segundas será, pues, uno de los trabajos esenciales a realizar por quien, sin serlo de manera natural (que haberlos, hay los), quiera serlo.
Otro de los aspectos que creemos que debe formar parte de cualquier teoría sobre el arte de la seducción y, por tanto, debe ser tenida en cuenta en cualquier estrategia de seducción es la del arte de conversar. Para dominar el arte de la conversación se ha de partir de la premisa de que sabemos escuchar a los demás. Y escuchar es atender a lo que se nos cuenta. Eso resulta imprescindible para que la otra persona sienta que estamos interesados en ella y que la valoramos más allá de lo físico. Dar oportunidades a la otra persona para que nos hable de aquello que le interesa. Eso es lo que hay que hacer para crear el ambiente adecuado para que la seducción pueda tener lugar. ¿Se puede provocar el que se produzca ese tipo de diálogo? Sí. ¿Cómo? Realizando preguntas abiertas que inviten a una respuesta larga.
El imperativo de abandonar lo virtual
Un tercer aspecto que toda estrategia de seducción debería tener en cuenta es que relacionarse verdaderamente con las personas es algo más que mensajearse a través de Facebook o WhatsApp. El cara a cara resulta, siempre y finalmente, fundamental. Es ahí donde se demuestran verdaderamente las habilidades sociales. La pantalla del ordenador o la del móvil puede ser un burladero tras el que ocultarse para no arriesgarse, finalmente, a sufrir la cornada de la realidad. A la realidad hay que encararla de frente y, si hace falta, armados hasta los dientes con el mejor arsenal de estrategias de seducción que podamos coleccionar.
En esta página, y sin desear convertirnos en proselitistas de tipo alguno de estrategia de seducción, intentamos convertirnos día tras día en tu dating coach virtual proporcionándote un catálogo completo de estrategias y consejos que pueden servirte, en un momento dado, para que triunfes a la hora de ligar. Eso sí: para ello debes abandonar el burladero de la pantalla y echarte al ruedo. Las apps para ligar sólo deberían servirte, en principio, para establecer contacto. Una relación por Facebook puede resultar muy gratificante, pero nunca lo será tanto como el mirarse a los ojos o el sentir en la yema de nuestros dedos el calor de la piel de la persona a la que, quien sabe si gracias al azar, acabamos de seducir.