El mercado del ligar nunca cierra. Está abierto las 24 horas del día y durante los siete días de la semana para todos aquellos que deseen acercarse a él. Para poder traspasar sus puertas no es necesario mostrar salvoconducto alguno ni tener unas características especiales. Pueden entrar en él los rubios, los morenos, los pelirrojos y los calvos; los altos y los bajos, los que lucen cuerpo atlético y los fondones, los flacuchos y los gordos. La complexión física no tiene porqué ser una traba insalvable. Tampoco debe serlo la edad.
El ligar no solo es cosa de jóvenes. También es cosa de cuarentones, cincuentones, sesentones, etc. En una sociedad en la que los divorcios y separaciones están, cada vez más, a la orden del día, son muchos los hombres (y también las mujeres) que habiendo sobrepasado la barrera de los cincuenta se ven en la necesidad o en el deseo de ligar. Para conseguirlo, lo primero que deben hacer es dejar de pensar eso de que el ligar es cosa de jóvenes. Quitarse ese lastre mental y concienciarse de que cualquier edad es buena para encontrar pareja es el primer paso que debe dar quien desee ligar después de los cincuenta.
Es ellos, a los que han superado la barrera de los cincuenta, a quienes está dedicado este artículo. Pueden ser solteros, pueden ser separados a divorciados, pueden ser viudos. No importa. Más allá de las circunstancias personales y las adaptaciones que deban hacerse para cada caso en concreto, lo cierto es que existen una serie de consejos para encontrar pareja después de los cincuenta que pueden ser útiles en cualquier circunstancia. De esos consejos vamos a hablar a continuación.
Autoestima y fidelidad a uno mismo
Para tener opciones a la hora de conquistar a una mujer hay un factor que resulta determinante tanto si se tienen veinte años como si se tienen cincuenta. Ese factor es la autoestima. No hay lastre peor a la hora de ligar que la falta de ella. Hay que creer en las propias cualidades. Sin confiar en la propia valía es difícil seducir a una mujer. En ese sentido, saber que se tiene más de cincuenta años no debe actuar como mecanismo de freno de la autoestima. Si nos creemos incapacitados para ligar porque tenemos más de cincuenta años nos estaremos alejando de nuestro objetivo. Valorar positivamente la propia experiencia y la sabiduría que se haya ido acumulando durante los años es una buena manera de reforzar la autoestima.
Ese reforzamiento de la autoestima permitirá, además, la consolidación de algo que es capital cuando se quiere ligar, sea a la edad que sea. Ese algo es la fidelidad a uno mismo. Traicionar a la propia manera de ser es una mala herramienta de seducción. Proyecta una imagen errónea de nosotros y aleja el objetivo de la conquista.
Si a algo ayudan los años y, por consiguiente, la edad, es a conocerse uno mismo. Una persona se entiende mejor con cincuenta años que con veinte. Pasada la cincuentena se sabe más del amor y de los fracasos amorosos que cuando uno se está iniciando en la vida sentimental. Se conoce la exaltación del enamoramiento o la atracción sexual y se conoce el desconsuelo y la frustración que causan el rechazo y el fracaso. Ese bagaje vivencial nos permite conocernos y nos permite, por tanto, ser fieles a nuestra propia personalidad. Y eso, cuando se quiere seducir a una mujer después de haber cumplido los cincuenta, es una herramienta imprescindible.
Ser fiel a uno mismo implica no mentir. ¿A qué buen puerto puede conducirnos el declararnos bancarios si somos transportistas? A medio o largo plazo, ¿qué beneficios puede aportarnos el mentir sobre nuestra edad, formación, trabajo, circunstancias familiares, etc.?
Además: si la mujer a la que queremos conquistar es, también, una mujer experta en esas lides de la vida, notará rápidamente si la imagen que intentamos proyectar de nosotros mismos para intentar conquistarla es una imagen que se corresponde con nuestro fondo real o no. Y eso marcará con fuego nuestras opciones de conquista.
Otro elemento a favor de no fingir una personalidad que no es la propia es que, en caso de conseguir conquistar a una mujer después de los 50, esa mujer se amoldará mucho mejor a nuestras características y, por tanto, la historia en común tendrá más posibilidades de resultar exitosa si nos mostramos tal y como somos que si figimos ser el que no somos.
Elocuencia y libertad
Para ligar con una mujer después de los cincuenta es importante saber comunicarse oralmente. Se ha dicho muchas veces que a la mujer se la conquista más por el oído que por la vista. Esto adquiere mayor relevancia cuanto más maduro o madura se es. La juventud puede prestar más atención a lo meramente físico. La madurez, con su carga de experiencia a la espalda, relativiza el siempre llamativo atractivo de lo físico para valorar otros factores como puede ser, por ejemplo, el de la elocuencia. Ser elocuente y saber mantener intensas y apasionadas conversaciones con la persona a la que se desea conquistar es de gran utilidad a la hora de conseguirlo.
Otro factor a valorar muy positivamente cuando se quiere ser un seductor y se ha sobrepasado la barrera de los cincuenta es el de la libertad personal. Habitualmente, la persona que quiere ligar después de los cincuenta es una persona que, seguramente y hasta cierto punto, se habrá liberado de gran parte de las responsabilidades de familia que suelen tenerse cuando se es más joven. Eso permite recentrar la mirada en el yo y en el presente, lo que permite centrar más esfuerzos en la búsqueda de una persona que, libre también de cargas, posibilite el vivir ese día a día marcado por la independencia personal y por las ganas de gozar.
Recurrir a las aplicaciones de citas
Internet no solo se ha creado para los jóvenes. Internet es una ventana abierta a todo un universo de posibilidades para gentes de todas las edades. Las aplicaciones de citas no escapan a esta máxima. No son solo para jóvenes. Son también para cincuentones. Y de hecho, son muchos los que, habiendo sobrepasado el medio siglo de edad, recurren a ellas para conocer mujeres que tengan los mismos intereses y tengan una forma de vida similar. Para ello, lógicamente, hay que estar al tanto de las últimas tecnologías y conocer qué app’s para ligar pueden resultar más idóneas para conseguirlo.
Crearse un perfil en alguna aplicación de citas puede ayudar a un cincuentón a encontrar a la mujer de su vida. Para crear dicho perfil se aconseja algo de lo que ya hemos hablado en este y en otros artículos: no mentir. El perfil debe ser lo más sincero posible. Nuestra personalidad debe quedar en él reflejada de la manera más fiel posible para, de ese modo, tener más opciones de encontrar a la mujer que mejor se adapte a nuestra personalidad, gustos y aficiones. No digamos que somos lectores si no lo somos, por ejemplo. Si la mujer con la que hemos contactado lo es en realidad, no tardará demasiado en pillarnos en un renuncio y en descubrir nuestra mentira. Y eso, lógicamente, no nos resultará de gran ayuda a la hora de seducirla. Sinceridad y naturalidad, pues, son esenciales para conquistar a una chica después de los cincuenta.
No encerrarse y dejarse llevar
Pese a que las aplicaciones para ligar pueden resultar muy útiles a la hora de encontrar a la media naranja después de los cincuenta no hay que fiarlo todo a esa carta. Estar en el mercado del ligoteo obliga a salir de casa y a ampliar los círculos sociales en los que uno se mueve.
Si has cumplido los cincuenta y quieres ligar, fíjate en la cantidad de personas que, a tu edad, se apuntan a gimnasios, a centros cívicos, a cursos de cocina, pintura, yoga, baile, etc. Lo que se consigue en esos lugares no es tanto aprender técnicas gastronómicas, pictóricas, deportistas o de danza (que también) como conocer a gente. Y entre esa gente, quién sabe, puede estar, tranquilamente, la mujer que va a concederte la cita soñada y va a dar un nuevo aire y una nueva ilusión a tu vida. Para triunfar en esos nuevos ambientes hay que hacer caso a una máxima principal: la de dejarse llevar, la de subir al lomo de nuestra propia ilusión para cabalgar dejándonos llevar por ella. Hay encuentros de singers maduros para hacerlos. Hay fiestas organizadas en locales de moda para facilitarlo. No cerremos la puerta a estas posibilidades si deseamos ligar cuando somos cincuentones.
Sin prisa pero sin pausa
El último consejo que queremos dar para ligar después de los cincuenta es el de no tener prisa. Las prisas siempre han sido malas consejeras y en este caso no van a ser una excepción. Ni tienes porqué quedarte con la primera mujer que se te ponga a tiro ni tienes porqué desesperar si esa mujer no aparece tan rápido como tu desearías. A veces las esperas se hacen largas solo porque el premio finalmente recibido es tan grande que necesita fabricarse lentamente. Y, si al final, conoces a una mujer y la historia no sale bien, no te deprimas. De la misma manera que hay muchos cincuentones buscando pareja, también hay muchas mujeres que esperan conocer a un hombre maduro para vivir una intensa experiencia sentimental de duración indeterminada. ¿Y quién te dice que una de esas mujeres no te está esperando a ti?
Si tienes más de cincuenta y quieres ligar, atiende a los consejos que te hemos dado en este post y da el primer paso para intentar conseguirlo. Sin ese paso, nada puede conseguirse. Tras ese paso, todo es posible.