Sexo según la edad
En un post anterior explicábamos cómo la concepción que del sexo tiene la mujer cambia a lo largo de los años. Sirviéndonos de la información aparecida en un artículo de la periodista Raquel Alcolea editado en mujerhoy.com y en el que se recogían opiniones de las sexólogas Silvia Sanz y Raquel Graña y de la terapeuta sexual y autora de obras como Diario de una ninfómana, París por la noche, El otro lado del sexo, Antimanual de sexo, El método Valérie o Confesiones sin vergüenza, Valérie Tasso, en aquel artículo prestábamos atención a cómo conciben las relaciones sexuales las mujeres que tienen entre veinte y cuarenta años. En este caso vamos a prestar atención a la concepción que del sexo tienen las mujeres cuando viven la cuarta, quinta o sexta década de sus vidas.
Como explicábamos en el artículo referido, exponemos dichas opiniones arriesgándonos a pecar de una excesiva generalización y teniendo siempre en cuenta que cada persona es un mundo y que cada cual, sea hombre o mujer, tiene una manera personal e intransferible de vivir el sexo. Eso debes siempre tenerlo en cuenta si, tras ligar con una mujer, tienes la dicha de acabar en la cama. Si recogemos las opiniones expuestas por Raquel Alcolea en su artículo es para que dispongas de una información que, llegada la hora de la verdad, puede ayudarte a saber qué espera de ti esa mujer que has tenido la suerte de conquistar.
El deseo de la cuarentona
De nada te valdrán ciertas artimañas sexuales ni ciertas excusas si conquistas a una mujer que ha sobrepasado la barrera de los cuarenta. A la cuarentona no se la vas a dar con queso. Con la cuarentona, o se da la talla o no se da. Punto. La cuarentona sabe lo que quiere y, afirma Valérie Tasso, sabe cómo obtenerlo. No en vano, la cuarentona es la mujer en el pleno dominio de su sexualidad. La cuarentona es la mujer sexualmente plena.
Esta plenitud sexual, sin embargo, aparece enturbiada comúnmente y hacia el final de la década por ese elemento biológico inevitable que es el de la menopausia o, cuanto, menos, la peri-menopausia, esto es, la fase previa a la menopausia. La peri-menopausia y la menopausia presentan una “batalla hormonal” que puede causar efectos secundarios como pueden ser la caída del deseo, la falta de lubricación vaginal o el “desencuentro con el propio cuerpo”. La mujer de esta edad acostumbra a mirar a su cuerpo a los ojos para decirle algo así como: pero tú… ¿por qué me puteas de esta manera?
Si la mujer que ha cumplido los cuarenta tiene pareja pueden producirse en el seno de la pareja algo que se llama “asimetría del deseo”. Es decir: que el hombre quiere practicar sexo pero la mujer no. Eso, claro, que no resulta un elemento cohesionador para la pareja.
Esta edad es, también, la edad de las grandes obligaciones y de la falta de tiempo. Porque el tiempo es algo que se escapa entre los dedos mientras se atiende a los hijos, el trabajo, las tareas de la casa… El cuerpo, claro, llega cansado a las horas nocturnas. Y un cuerpo cansado no acostumbra a ser un cuerpo deseante.
Para compensar todo esto (si es que puede ser compensado) hay que valorar ciertos factores que se acostumbran a dar en las mujeres cuarentonas. Lo primero que hay que tener en cuenta es que el sexo se practica de una forma más desinhibida (si te lo haces con una cuarentona podrás disfrutar de una más amplia variedad de prácticas sexuales). Aunque se practique en menos ocasiones, éstas son de mayor calidad. La mujer ya no se preocupa tanto de proporcionar placer como de buscar el propio. Es decir: nunca se lanzarán al sexo por lanzarse o por no defraudar. Se lanzarán porque lo desean de verdad. Porque lo necesitan.
No hace falta decirte que el sexo con una cuarentona puede ser una gran fiesta.
¿Qué es el sexo para la cincuentona?
En esta fase de la vida de la mujer, señalan las sexólogas consultadas por Raquel Alcolea en su artículo, ésta ya ha asumido los cambios físicos y hormonales que se derivan de la menopausia.
La mujer, en cierto modo, se reencuentra con su físico. Será la cuestión afectiva, señala Tasso, la mayor preocupación de la mujer cincuentona. Junto a esto, la mujer que haya cumplido los cincuenta, deseará, también, experimentar con su sexualidad, esto es: traspasar nuevas fronteras.
Esa liberalización y aumento de la desinhibición puede ser debida, en parte, a la pérdida de un miedo que, durante una fase de la vida, puede servir para poner cortapisas y barreras el libre disfrute de la sexualidad. El miedo al que nos referimos es el miedo al embarazo. Tras la menopausia, lógicamente, ese miedo desaparece.
A esta edad, además, lo más habitual es disponer de una mayor cantidad de tiempo libre. ¿Y qué mejor manera de llenar el tiempo libre que dedicándolo al sexo? Éste, pues, puede resultar muy gratificante a esta edad.
El sexo para la mujer de más de sesenta años
Para la mujer que ha cumplido los sesenta el coito pierde parte de la importancia que ha tenido en otras fases vitales. Por el contrario, los besos, las caricias y los abrazos ganan protagonismo. La mujer de sesenta años es una mujer en paz que sólo atiende al deseo si lo siente. Si no lo siente, prescinde de la práctica sexual con absoluta tranquilidad.
No sabemos si entra en tus planes el ligar con una mujer de más de sesenta años. Si es así, debes tener lo anterior en cuenta. También deberás tener en cuenta que en la mujer de más de sesenta años encontrarás una vagina menos lubricada y una musculatura vaginal o pubococcígea más relajada. Esto no debe suponer mayores problemas para disfrutar de una buena experiencia sexual.
Después de todo, si tú tienes más de sesenta años habrás podido comprobar que la fortaleza de tus erecciones no puede compararse a la que, por ejemplo, tenías cuando aún no habías cumplido los veinte. O sea: que del mismo modo que ella tiene que echar mano de algún tipo de lubricante tú, muy probablemente, deberás echar mano de algún tipo de ayuda. De una pastillita azul, por ejemplo.