La visión del sexo cambia con los años

Es inevitable. El tiempo siempre acaba dejando huella. Lo hace sobre nuestra piel y también sobre la piedra de las catedrales. Lo hace sobre la forma física de los delanteros de un equipo de fútbol y sobre el rostro de los actores y las actrices que nos fascinan desde la pantalla. Por hacerlo, el tiempo acaba dejando huella hasta sobre nuestra manera de concebir el sexo. Cada edad tiene sus gustos sexuales. Cada edad disfruta del sexo a su manera. Ni se ve igual ni se disfruta del mismo modo el sexo a los veinte que a los cincuenta años. Ley de vida, que se dice.

Hace un tiempo que las sexólogas Silvia Sanz y Raquel Graña y la terapeuta sexual Valérie Tasso dieron su opinión sobre este asunto a la periodista Raquel Alcolea, que las recogió en un excelente artículo que, titulado “Así cambia tu percepción del sexo según la edad”, fue editado en mujerhoy.com. Es de ahí de donde hemos recogido dichas opiniones que creemos que es interesante que conozcas.

La primera advertencia que hay que hacer al plantearnos describir cómo ve la mujer el sexo según sea su edad es que el concepto en sí de “la mujer” puede ser reduccionista en exceso. Como acostumbra a decirse y como hemos dicho en muchas ocasiones, cada persona es un mundo y en ocasiones, varios de ellos. Por eso hay que valorar que lo que apuntemos aquí puede estar aquejado de los mismos males que cualquier otro tipo de generalización.

Sabiendo esto, será a ti a quien te corresponda decidir hasta qué punto la información que te proporcionemos en este artículo puede servirte a la hora de ligar. Encuadrar al objetivo de tus conquistas en una franja de edad puede ayudarte en la siempre ardua tarea de conocerla un poco más y de saber lo que dicha mujer espera de un hombre en materia sexual. Sabiéndolo, te puede resultar más fácil “triunfar” en caso de que tengas la suerte de llegar a mayores grados de intimidad.

¿Qué les gusta a las veinteañeras?

Valèrie Tasso opina que, en el tránsito de los veinte a los treinta años, la mujer está conociéndose a nivel sexual. Es decir: que la mujer no tiene todavía un dominio completo sobre sus mecanismos de placer. La preocupación mayor de la mujer es, en esta fase de su vida y a nivel sexual, alcanzar el orgasmo.

Tasso apunta también que, por regla general, la mujer veinteañera es una mujer que tiene aún una idea romántica del sexo. Sexo y amor, pues, están íntimamente ligados en la imaginación de la mujer cuya edad está entre los veinte y los treinta años. La mujer de esta edad quiere dar placer a su pareja y que su pareja, gracias a eso, la valore más. Para interactuar sexualmente con un hombre, esta mujer tiene que enamorarse. El sexo sin amor es concebido por regla general por la veinteañera como algo excéntrico y ajeno a ella.

O sea, que ya lo sabes: si quieres ir a la cama con una mujer menor de treinta años deberás, casi por fuerza, enamorarla. Si no es así, olvídate del sexo. Del compartido, al menos.

El sexo para las treintañeras

El paso de los años da, en la mayoría de los casos, experiencia, también en el terreno sexual. Así, lo habitual es que una mujer tenga mayor experiencia sexual a los treinta y cinco que a los veinticinco años. Acercándose a la cuarentena, pues, la mujer habrá conseguido un conocimiento y un dominio mayor sobre sus mecanismos de placer. La treintañera sabrá mejor que la veinteañera cómo reacciona su cuerpo ante ciertos estímulos y qué le gusta y excita más. Esta mujer, además, se habrá desprendido ya de algunos pudores e inseguridades.

En la mujer treintañera aparece una preocupación que no estaba tan presente en la fase anterior. Dicha preocupación es la de la calidad de sus relaciones sexuales. Antes sólo importaba el número, el hacerlo el mayor número posible de veces. Llegada a la treintena, la mujer quiere saber cómo mejorar sus orgasmos o cómo conseguir el multiorgasmo entre otras preocupaciones que pueden ir desde la búsqueda infructuosa del punto G hasta el empleo de juguetes eróticos que le ayuden a mejorar su vida sexual.

En el artículo de Raquel Alcolea, Valérie Tasso apunta algo que puede resultar inquietante para quien posea una pareja de esta edad: la mujer treintañera ve nacer dentro de sí el deseo hacia el tercero. Ese deseo, sin embargo, no se corresponde directamente en la mayoría de los casos con el deseo de romper con la pareja.

En resumen: que si deseas conquistar a una treintañera debes saber que, llegado el momento del sexo, no te va a servir cualquier cosa para satisfacerla. A la treintañera no se la satisface así como así. Ella te va a pedir un mínimo de calidad sexual. ¿Estás convencido de poseerla?