Trucos de seducción para mujeres
¿Eres mujer y quieres conquistar a tu pareja utilizando todos los recursos que la sensualidad pone a tu alcance? Seguramente tienes todos los encantos necesarios para hacerlo, pero nunca viene mal aprender ciertos trucos y técnicas que, puestas en práctica, te permitirán convertirte en una mujer más especial todavía de lo que ya lo eres.
Como sucede en muchas otras facetas de la vida, no hay nada mejor para aprender que fijarse en los mejores maestros. ¿Y quiénes pueden ser unas de las mejores maestras en el arte de la seducción y la sensualidad? Las geishas, sin duda. Nadie que piense en las geishas puede evitar relacionarlas con un erotismo tan delicado como efectivo y tan sensual como mágico. Las geishas han quedado, por siempre, ligadas a esa imagen de mujer un tanto misteriosa y en la que la sensualidad y el arte se mezclan de manera inigualable.
Comportarte durante un día como una geisha puede ser una buena manera de conquistar definitivamente el corazón de tu amado. Para conseguirlo puede ayudarte, primeramente, saber lo que significa la palabra geisha. Esta palabra proviene de dos fonemas. El primero es “gei” y significa arte o habilidad. El segundo es “sha” y significa persona. Así, la geisha sería la persona que tiene una determinada habilidad en diferentes artes.
Sabiendo esto, ¿en qué artes debes tener una cierta habilidad para, así, convertirte en una excitante y sensual geisha para tu pareja? No te asustes. Nadie te va a pedir que te conviertas en la nueva Maria João Pires del piano ni en una Frida Kahlo de los pinceles. Todo te resultará mucho más sencillo de lo que imaginas y, finalmente, te resultará muy útil para tener a tu pareja comiendo de tu mano.
Elegancia y maquillaje
Para empezar, debes tener presente que es fundamental, ante todo, cuidar los detalles. ¿Qué significa cuidar los detalles? Significa, por ejemplo, elegir adecuadamente la ropa con la que te muestras ante tu pareja, cuidar perfectamente la piel de tu rostro y escoger un estilo tan discreto como eficiente a la hora de maquillarte.
Una persona no sólo resulta elegante por la ropa que lleva. También la manera de moverse influye positiva o negativamente en la elegancia que esta persona transmite. Seguro que tienes presente la manera de moverse de las geishas, la mesura contenida de sus movimientos, esa dulzura que transmiten a cada uno de sus gestos convirtiéndolo en una especie de ritual o de canto a la elegancia. Muévete así. Evita los movimientos bruscos e intenta que cada uno de ellos sea una especie de caricia que dedicaras al aire.
Si deseas tener el rostro sedoso de una geisha puedes escoger un método tradicional o bien recurrir a alguno de los múltiples y maravillosos productos de cosmética que se pueden encontrar en el mercado. Si quieres optar por el método tradicional y lavarte la piel de la cara como lo haría una auténtica geisha, coge una pequeña bolsa de seda con polvo de arroz, métela en agua caliente, escúrrela y, una vez bien escurrida, lávate la cara con ella realizando sobre la piel de tu rostro un pequeño masaje.
A la hora de maquillarte, opta por la opción menos aparatosa. Un delineador de ojos te servirá para añadir profundidad e intencionalidad y poder de seducción a tu mirada. Dar brillo a tus labios o utilizar un pintalabios de un color rojo intenso servirá para dar a tus labios un aspecto llamativo. Unos labios bien pintados parecen que están diciendo: “¡bésame!”.
Baile y sexo
Una vez correctamente vestida y maquillada, e interiorizada la necesidad de moverse con elegancia, deberías poner en práctica algo que, antes, tendrías que haber ensayado: un baile con reminiscencias orientales. Si no te ves en el papel de bailar como has visto hacerlo a las geishas en alguna película (¿recuerdas el movimiento embrujador de sus manos y el sonido inconfundible del shamisen?) puedes escoger otro tipo de música que te sirva para añadir erotismo y sensualidad a la escena que estás representando para conquistar (aún más) el corazón de tu amado. Conviértete, si crees que te resultará más fácil, en aquella hoguera hecha carne que fue la Kim Basinger que, al ritmo de You can leave your hat on, bailaba ante un maravillado Mickey Rourke en Nueve semanas y media. Escojas la música que escojas, lo importante es aportar sensualidad al momento. Para ayudar a ello puede servirte el utilizar velas aromáticas y ambientar con toques orientales el lugar en el que vayas a escenificar tu escena como geisha.
Algo que no puede faltar si quieres servirte de las artes de la geisha para seducir a tu pareja es lo que se conoce como ceremonia del té. Ofrecer a tu pareja un té con movimientos delicados puede añadir una pequeña dosis de relax a la escena. Según mandan los cánones, ese té debería ser un té verde en polvo, pero tú puedes elegir el que más os guste. Un té negro, un té blanco, un té rojo o cualquiera de esos tés que ahora pueden conseguirse en teterías o, incluso, en supermercados, y que están aromatizados para dejar en nuestros labios un inconfundible sabor a fresa, rosas o melocotón, pueden servirte para que escenifiques tu propia ceremonia del té.
Una vez consumido el té habrá llegado el momento de iniciar el contacto físico. Como una buena geisha, también debes convertir esto en un ritual. Huye de la inmediatez de lo genital y dedícate a regalar a tu pareja un maravilloso masaje oriental. Para realizarlo, olvídate de espalda, hombros u otras zonas corporales. El objetivo fundamental de este masaje serán los pies. El masaje podal era una de las especialidades de las geishas. Conocedoras del arte de la reflexoterapia, las geishas conocían aquellos puntos que, en el pie, están conectados con los genitales. Masajeando esos puntos, la geisha estimulaba, de manera indirecta y sumamente elegante, los genitales del hombre a quien acompañaba.
Dando por supuesto que los genitales de tu pareja están convenientemente estimulados, ha llegado la hora de regalarle un tiempo de intensidad sexual. Desnúdate para él pero hazlo con timidez y, una vez desnuda, emplea todas las técnicas sexuales que conozcas para llevarlo poco a poco hasta el éxtasis. Entre las leyendas sobre el mundo de las geishas hay una que hace referencia a lo que se conoce como aaiki. Con ese nombre se conoce la capacidad de las geishas para practicar el acto sexual durante mucho tiempo, tanto que, al final, deja a su “víctima” a su absoluta merced. Sin necesidad de llegar a esos extremos, estamos seguros que el placer que hayas regalado a tu pareja será tal que éste no deseará otra cosa que permanecer el mayor tiempo posible junto a ti.