Ligar es una de las formas de establecer lazos con los demás. Para analizar este tipo de interacción y todas las interacciones que establecemos con los demás es necesario comprender qué son los impulsos sociales. En este artículo de Objetivo Ligar estas fuerzas psicológicas y emocionales que nos impulsan a interactuar con los demás.
Lo impulsos sociales influyen en nuestro comportamiento, en nuestras decisiones y en la forma en que nos relacionamos con el entorno social. Saber qué son, cómo se manifiestan en nuestras interacciones diarias y el papel que desempeñan en la formación de vínculos nos puede ayudar a desentrañar un poco más el misterio que se esconde tras la atracción romántica. Conocer los mecanismos alrededor de los que ésta se articula siempre puede ser una herramienta útil para convertirnos en mejores seductores y, por tanto, nos puede ayudar a ligar más.
De todo eso vamos a hablar en este post en el que también daremos una serie de consejos para aprovechar los impulsos sociales a la hora de ligar.
¿Qué son los impulsos sociales y cómo se manifiestan?
Los seres humanos tenemos una serie de deseos inherentes a nuestra propia persona que nos empujan a buscar conectarnos con los demás. Es una necesidad. A esa necesidad y a esos deseos se les llama impulsos sociales. Entre dichas necesidades o deseos podemos encontrar:
- Deseo de pertenencia.
- Búsqueda de apoyo emocional.
- Necesidad de reconocimiento.
- Motivación para colaborar con los demás y ayudarles.
Cualquier tipo de relación interpersonal, bien sea de carácter familiar, amistoso o romántico, se construye a partir de interacciones destinadas a satisfacer nuestras necesidades sociales. Si nuestros impulsos sociales son reconocidos y/o valorados, el vínculo que establecemos con los otros sale reforzado.
Las formas de manifestarse de los impulsos sociales son muy variadas. Las risas compartidas o las conversaciones amistosas serían, en el fondo, una forma de manifestación de dichos impulsos. También las acciones de consuelo y apoyo hacia una persona que está pasando un momentos de tristeza. Esa demostración de empatía es, también, un modo de plasmación de los impulsos sociales.
Estos, además, desempeñan un papel crucial en el ámbito laboral, pues ayudan a que pueda trabajarse en equipo. Sin la interacción de estos impulsos, promotores por sí mismos de la cooperación y la comunicación, difícilmente podría resolverse los conflictos que pueden surgir en el ámbito profesional y se haría mucho más difícil articular los mecanismos del trabajo en grupo de aquellos que persiguen un objetivo común.
Impulsos sociales y atracción romántica
Analizar los engranajes de un fenómeno tan complejo como es el de la atracción romántica es imposible sin prestar atención a cómo los impulsos sociales influyen sobre la dinámica del romance. Detrás del acto o del intento de ligar hay un impulso social en el que confluyen tres deseos o necesidades: la necesidad de pertenencia, la búsqueda de aprobación social y el deseo de intimidad.
Entre las teorías psicológicas que pretenden explicar cómo los impulsos sociales moldean el romance y su dinámica podemos destacar las siguientes:
- Teoría de la Atracción de Similaridad. Según esta teoría, a las personas nos atraen otras personas que sean similares a nosotros en lo que hacer referencia a creencias, valores, intereses y caracteríticas de tipo demográfico. Al actuar así, estamos buscando, en el fondo, validación social. Esta teoría también argumenta que nuestra identidad social se ve reforzada cuando nos relacionamos con otra persona que comparte nuestro estilo de vida y nuestras opiniones. Esto, sin duda, puede ayudar a intensificar la atracción romántica.
- Teoría de la Necesidad de Pertenencia. Fue el psicólogo Roy Baumeister quien desarrolló esta teoría según la cual, los seres humanos poseemos un deseo innato de formar parte de grupos y de tener conexiones significativas con los demás. La búsqueda de pareja debería entenderse, en buena medida, dentro de este contexto. No en vano, en muchas culturas las relaciones románticas son entendidas como una especie de indicador de estatus social. Dichas culturas ejercen una especie de presión social para que las personas busquen pareja, lo que empuja a dichas personas a intentar cummplir las expectativas de su comunidad.
- Teoría de la influencia social en los mecanismos de la atracción. Según esta teoría, los seres humanos no somos completamente libres a la hora de escoger pareja ni de plasmar nuestras preferencias románticas. La presión social impone, en cierta medida, qué es lo que se considera deseable y qué personas se ajustan a ese canon. Esto influye de forma decisiva, también, en la visión que podemos llegar a tener de nosotros mismos y a nuestra autoestima.
- Teoría del Refuerzo. Según esta teoría, son las recompensas emocionales que ofrecen lo que determina la formación y mantenimiento de las relaciones románticas. La teoría señala también que dichas recompensas pueden ser de carácter intrínseco (intimidad y amor) o extrínseco (aceptación y estatus social).
Como vemos, pues, cuando hablamos de atracción estamos hablando de un fenómeno que se articula más allá de lo meramente individual, de algo que está muy entrelazado con el contexto social. Comprender los mecanismos que intervienen en el fenómeno de la atracción nos puede ayudar a entender mejor los mecanismos del amor y de la relaciones de pareja y, por tanto, nos puede ayudar a ligar y convertir en mejores seductores.
En el siguiente apartado vamos a daros una serie de consejos básicos para saber aprovechar los impulsos sociales para mejorar nuestras opciones de ligue.
Consejos para aprovechar los impulsos sociales para ligar
Por suerte, el arte de ligar no se basa solo en la apariencia física. Si fuera así, sólo ligarían los guapos y las guapas. La capacidad de comprender a los demás, de comunicarnos de forma efectiva con ellos y de responderles con empatía también influye a la hora de seducir.
Si queremos aprovechar los impulsos sociales para ligar debemos seguir los siguientes consejos:
- Fomentar la empatía. Es decir: debemos ser capaces de ponernos en el lugar del otro y de comprender sus emociones y sus sentimientos. Para ello, nada mejor que practicar la escucha activa o, lo que es lo mismo, saber escuchar. ¿Cómo? Haciendo preguntas abiertas que no se contesten solamente con un sí o un no y reflejando nuestras emociones.
- Mejorar la comunicación siendo claros y directos, utilizando un lenguaje corporal adecuado y adaptando nuestro estilo de comunicación a las características de la persona con la que queremos comunicarnos.
- Cultivar la confianza. Sin autoconfianza es muy difícil ligar. Por eso es importante que sepamos desarrollar y potenciar nuestras cualidades más atractivas. Para conseguirlo necesitamos, primero, conocernos a nosotros mismos. Ello implica aceptar nuestras imperfecciones (nadie es perfecto) y fomentar la autoestima. Una buena manera de lograrlo es fijándonos pequeñas metas que nos permite conseguir pequeños logros. Eso nos ayudará a sentirnos más seguros.
- Usar los impulsos sociales a nuestro favor. ¿Cómo? Identificando adecuadamente el contexto social, creando oportunidades para interactuar con los demás (participando en eventos o actividades grupales) y mostrándonos tal y como somos, auténticos y genuinos. Aparentar ser quienes no somos para impresionar a los demás es siempre una mala idea.
