Tipos de hombres que no gustan a las mujeres
Que hay personas que tienen una personalidad eminentemente seductora y, por tanto, ganadora, es algo que ya vimos en nuestro artículo “La personalidad del seductor”. Son personas que brillan, personas que atraen las miradas cuando entran en un lugar, personas que se entusiasman y te entusiasman, personas que son empáticas, simpáticas, gentiles, coquetas… Son, por decirlo de algún modo, los ases de la seducción.
Pero de la misma manera que existe una personalidad seductora o ganadora existe, también, lo que podríamos llamar la personalidad del perdedor, la personalidad de la persona a la que, por mucho empeño que le ponga, le va a costar Dios y ayuda seducir a otra. Identificar los ítems que caracterizan a las personalidades perdedoras o personalidades que no tienen éxito con las mujeres es fundamental para todo aquél que quiera convertirse en un seductor. Si éste identifica uno de estos ítems como constitutivo de su propia personalidad, lo que debe hacer es corregirlo o eliminarlo cuanto antes. ¿Qué ítems son ésos? Los que caracterizan a los siguientes diez tipos de hombres que vamos a destacar a continuación y que son, entre otros y por decirlo de algún modo, los que no acostumbran a gustar a las mujeres.
- El que, queriendo conquistar a una mujer, pretende hacerlo sirviéndose de la ayuda de intermediarios o de sistemas que no le obliguen a dar la cara en exceso. El rehuir el cara a cara o el refugiarse de una manera exclusiva en las posibilidades de contacto con los demás que en la actualidad nos ofrecen las distintas redes sociales y las aplicaciones de contactos identifica a esta personalidad perdedora, sobre todo cuando el actuar de ese modo no guarda relación alguna con una timidez más o menos acusada por parte de quien quiere seducir a una mujer. Después de todo, y en algunos casos, la timidez puede resultar muy morbosa y atractiva en los hombres que, pese a ella, quieren “mojarse” a la hora de conquistar a una chica. Las chicas, por regla general, no soportan a este tipo de pretendiente al que se le ha llamado “pretendiente por comisión”.
- Otra de las personalidades perdedoras que las mujeres acostumbran a rehuir cuando escogen a uno entre sus pretendientes es la personalidad del inseguro. La inseguridad del hombre no resulta atractiva para la mujer, en especial cuando dicha inseguridad se plasma en intentos torpes e intempestivos de conseguir que sus virtudes sean reconocidas por la mujer a la que desea seguridad. Los hombres seguros de sí mismos, por el contrario, no se precipitan para intentar mostrar sus virtudes. Al contrario: gracias a su seguridad en sí mismos saben que dichas virtudes serán percibidas tarde o temprano.
- La ambigüedad es otro de los ítems que caracteriza a las personalidades perdedoras en el terreno de la seducción. ¿De qué hablamos cuando hablamos de un hombre “ambiguo”? Del hombre que, sea por el motivo que sea, tiende a ocultar su masculinidad. Por regla general, de la misma manera que a los hombres les suelen gustar las mujeres femeninas, a las mujeres les gustan los hombres masculinos, los que proyectan una imagen protectora. Por eso el mostrarse ambiguo en este aspecto es considerado signo de posesión de una personalidad perdedora a la hora de ligar.
- La combinación de ignorancia y presunción en la misma persona es letal para el atractivo de una persona. Pocas personalidades resultan tan perdedoras a la hora de la seducción como este tipo de personalidad. El fanfarrón o engreído pocas veces gustan. A algunos de ellos les puede salvar el físico, sí, pero… ¿durante cuánto tiempo?
- La personalidad inmadura es, también, una personalidad perdedora en el terreno de la seducción. Y al decir inmaduro no queremos decir joven. Hay sesentones que sorprenden por su inmadurez y veinteañeros maduros que saben dar a una mujer lo que esa mujer necesita (y al decir esto no estamos hablando, única y exclusivamente, de lo sexual). Así, la madurez es un valor que la mujer siempre valora mucho en el hombre que va a seducirla (siempre, claro, que dicha madurez no sea sinónimo de aburrimiento).
- La personalidad cobarde es también, en el terreno de la seducción, una personalidad perdedora. ¿De qué hablamos cuando hablamos de una personalidad cobarde? No lo hacemos de la personalidad de aquel hombre que evita pelearse físicamente con otros. Hablamos de aquel hombre que, por ejemplo, tiene miedo a los cambios y que, teniéndolo, pierde ocasiones de mejorar profesionalmente en la vida. La falta de ambición, en este sentido, es uno de los ítems que, percibidos en la personalidad de un hombre por la mujer a la que se desea conquistar, puede hacer fracasar un intento de seducción.
- Una personalidad perdedora en el terreno de la seducción es esa personalidad que identifica al hombre que, por decirlo de algún modo, suplica cariño a la mujer a la que quiere conquistar. Nada más penoso que un hombre que intenta servirse de la lástima para conquistar a una mujer. Pocas mujeres soportan a los hombres con este tipo de personalidad perdedora.
- Otra de las personalidades que las mujeres que intentan ser conquistadas acostumbran a rechazar y que, por tanto, es una personalidad perdedora, es la personalidad del hombre que parece enfadado con el mundo, el que todo lo critica, el que ve en todo lo que hacen los demás motivos para quejarse, el que tiene o acostumbra a tener una visión negativa del mundo, el que tiende a mostrarse deprimido o desganado, el que se autocalifica como un incomprendido…
- El hombre calculador y carente de espontaneidad es también, generalmente, un hombre con una personalidad perdedora llegado el momento de la seducción. Las mujeres aman a los hombres que saben transmitir emociones. Comportarse como un robot programado no parece, sin duda, la mejor manera de intentar seducir a una mujer.
- La última personalidad perdedora que queremos destacar es la personalidad del intelectual. O, mejor dicho: la personalidad del que va de intelectual por la vida. Un intelectual auténtico puede ser muy seductor y atractivo. Ir de intelectuales, por el contrario, puede hacernos parecer pedantes, fríos y, sobre todo, muy antipáticos.
¿Has reconocido alguno de estos ítems en tu personalidad? Si tu respuesta es sí, intenta corregir ese defecto cuanto antes. Despójate de todo lo que pueda hacerte poseer una personalidad perdedora a la hora de ligar. Eso te ayudará, sin duda, a convertirte en un verdadero seductor.