Hoy vamos a probar con cosas nuevas: un ligero roce (caricias en tu cuerpo), con masajes con aceite, hacer el amor delante de un espejo y vamos a probar con sexo aural.

UN LIGERO ROCE

A veces olvidamos que un simple cambio de la presión de un sencillo roce puede traer nuevas experiencias agradables. Tienes que dejar que tus dedos se muevan lentamente y con una ligera presión, así crearás unas sensaciones infinitas.

La próxima vez que estéis los dos juntos en la cama, profundizar el roce de los dedos y a medida que se vaya acumulando la pasión, ir acariciando más y más y más rápido. Concéntrate en que tus dedos recorren todo su cuerpo, con movimientos suaves. Verás que él disfruta con tus roces. De esta manera alargaréis el placer antes del coito.

Esta noche, mi dulce amor, tengo la intención de recorrer con mis dedos cada parte de tu cuerpo. Así, antes de hacer el amor, me daré el gusto de tocar con mis manos partes de tu cuerpo que estaban olvidadas por el tacto de mis dedos.

UN MASAJE EN LA ESPALDA, Y MÁS …

Esto es placer: después de estar en la cama juntos y desnudos, invítale a que se acueste sobre tu estómago. Ten aceite cerca y aplícalo sobre su espalda, en los brazos, en cada parte desnuda que esté a tu alcance. Entonces, lentamente, comienza un masaje por las partes impregnadas de aceite. La técnica no es importante, la cuestión es que él sienta tus manos en su piel, arriba y abajo, acariciando su espalda y algo más, lentamente. Deja que la piel de tu pareja se una a la tuya, se fusione como si sólo fuerais uno. Siente su pene entre tus manos, acarícialo y nótalo entre tus piernas. Mantenga el masaje con un ritmo suave. Esto es puro placer para los dos.

Tengo una idea para esta noche, que creo que nos dará mucho placer a los dos. Quiero darte un masaje en la espalda y dejarnos llevar hasta los confines de nuestros cuerpos. Tras untarte de aceite en la espalda, voy a comenzar a masajearte la espalda, tus brazos, tus manos, tu piel desnuda al completo. Disfrutarás de mis manos en tu piel, mezclaremos masaje y amor, placer y lujuria, va a ser un masaje lento, caliente, sensual, resbaladizo y sensual.

ESPEJO

Hay poca negación en el poder de las imágenes en el sexo. Sólo al verla desnuda se pone en marcha el motor. El placer de verse unidos al hacer el amor es un giro absoluto. Espejos en los techos son, en su mayoría, cosas de películas porno, la mayoría de la gente no tiene un espejo en el techo, pero se puede improvisar. En algún lugar de su casa, tiene un espejo enmarcado que puede mover temporalmente a su lado de la cama, o, elegir hacer el amor delante del espejo. Puedes acabar de redecorar la habitación, o dónde esté el espejo, con unas velas y una iluminación sutil y lo que venga después, es disfrute de la vista.

Por si no te le dicho últimamente, me encanta observarte. Tu cuerpo es un banquete para mis ojos. Vernos juntos era una utopía hasta hoy, que vamos a poner un espejo cerca de la cama para vernos en plena acción: tú y yo como si fuera una peli porno: al menos esta noche vamos a disfrutar de una vista esplendida de dos amantes en pleno disfrute del acto sexual. O bien, podemos ir a dónde tenemos espejos colgados y dejarnos llevar delante de ellos. Como tú lo prefieras, amor. No puedo esperar a que llegue ese momento …

SEXO AURAL

Seguro que eres buena comunicadora, aunque tú pareja, como otros hombres no lo son. De cualquier manera, damos por sentado que nuestro socio en la cama, sabe o entiende nuestras necesidades, especialmente cuando lleváis mucho tiempo de relación. Además de hacer el amor físicamente, también lo podemos hacerlo con palabras. A eso se le llama sexo aural, hacer el amor sin llegar a la penetración. La próxima vez que estéis en la cama, establece unas normas: el estado de ánimo positivo, con música relajante y hablar de lo que te gusta de él y a la inversa. Dile lo que te gusta de su cuerpo, de la relación que os une y, mientras estéis desnudos en la cama y abrazados, susúrrale palabras bonitas acerca de lo que te gusta de él: la curva de su cintura, sus nalgas, su vello en el pecho, lo que te guste de él: seguro que hay miles de cosas. Me encanta cuando tú … puedes pensar que él ya sabe estas cosas, pero no te olvides de que no está mal que se lo recuerdes: te verás recompensada.

Probablemente, no siempre, te digo lo que siento por ti. Doy a la suposición de que ya lo sabes, pero esta noche voy a decirte la cosas que me atraen de ti, de tu mente y cuerpo, que es lo que me haces sentir. Y todo ello lo haremos desnudos, susurrándote en el oído cosas bonitas y agradables acerca de lo que me haces sentir. Esta noche voy a hacerte el amor con mis palabras.