¿Te suena de algo la palabra petting? Es una expresión inglesa derivada del verbo to pet que hace referencia a una práctica sexual basada en las caricias íntimas y que incluye muchas posibilidades entre las que destacaríamos los tocamientos, los roces sensuales, el cuerpo a cuerpo, los besos apasionados y, por supuesto, los masajes, los mimos y la caricias más o menos íntimas.
Acariciar, masajear y mimar a la pareja es algo que un amante siempre agradece. Con esos pequeños y simples detalles, tu novia o mujer se sentirá especial y será ella, muy probablemente, quien tome la iniciativa para hacer el amor.
Sabido qué es el petting, debemos decirte que en él podemos encontrar diversos grados:
- Grado uno. En este grupo encontraríamos acciones como la de cogerse de la mano o la cintura, abrazarse, besarse y acariciarse de una manera muy “pura”. A este grado pertenecerían, por ejemplo, los masajes en las manos.
- Grado dos. En este nivel de petting se practicaría todo lo anterior y, además, se realizarían caricias más íntimas sobre la ropa. Aquí, por ejemplo, incluiríamos el acariciar los pechos de la pareja por encima de la blusa, el vestido, el jersey o la sudadera.
- Grado tres. Aquí, las manos ya se aventuran bajo la ropa y, en los casos más intensos, se llega al sexo oral, a la masturbación mutua o al frotamiento de genitales sin que, eso sí, se produzca penetración. En este grado más intenso de petting también se podría introducir la intervención de juguetes sexuales.
En este post te vamos a invitar a fomentar la realización de tres prácticas que, sin duda, te ayudarán a crear la temperatura adecuada para que tu pareja quiera ir un poquito más allá y tenga ganas de disfrutar de una relación de carácter sexual algo más intensa y completa.
Esas tres prácticas son el masaje en las manos y las caricias en general, primero en el pelo y después en otras zonas del cuerpo.
Masajes en las manos
Las manos son notables, y muy a menudo, están sobrecargadas y descuidadas. Uno de los placeres relajantes y sensuales que puedes hacer a tu chica es un masaje en las manos.
Cuando vayas a realizarlos, no te preocupes de la técnica. Es difícil que funcione mal.
Cerca del final del día, cuando ella esté tranquila y estéis relajados viendo la tele o simplemente cuando os vayáis a la cama, coge cualquier loción que tengas mano y sorpréndela dándole un masaje en las manos.
Estirar, doblar y tirar suavemente sus dedos. Frotar entre los dedos y en el antebrazo, casi en el codo. Tres o cuatro minutos en cada mano y ella se sentirá increíblemente agradecida contigo. Seguramente se sentirá tan sorprendida que no podrá resistirse a hacer el amor contigo.
Creénos. Es muy probable que sea ella misma quien tome la iniciativa y coja las riendas.
Acariciar: el mejor prolegómeno para el sexo
Las parejas que tienen la fortuna de estar juntos a veces pierden esa necesidad de contacto físico que tenían en sus primeros momentos como pareja. A medida que pasa el tiempo se tiende a omitir los prolegómenos antes de realizar el acto sexual.
Se dice que los hombres no son buenos con las caricias. Eso es generalizar demasiado. Hay hombres que saben acariciar muy bien. Lo que sí es cierto es que muchos de ellos han olvidado cómo fueron sus primeras experiencias sexuales.
Cuando se es adolescente, lo común es dedicarse a tocarse con el ligue de turno. De hecho, hay parejitas de adolescentes y preadolescentes que pueden estar horas haciéndolo. Eso nunca debemos olvidarlo.
De hecho, la mejor forma de alimentar la vida sexual es disminuir la velocidad y el ritmo en las relaciones sexuales. El ir poco a poco. El no perseguir por encima de todo y de forma acelerada el orgasmo.
Por lo tanto, no tengas prisa en hacer el amor. Charla con tu pareja mientras la acaricias, regresa a tu adolescencia, juega con sus pechos, frota sus muslos, mete la mano en sus bragas para sentir sus nalgas. En todo eso se basaq el petting.
Una de las formas más sencillas que se puede cuidar y mimar a la mujer de nuestra vida es prestar atención a su cabello. Puede parecer una cosa muy simple o tonta, pero a ellas les encanta.
Si te ofreces a acariciar el pelo y le das mimos, ella se sentirá muy bien. Para una mujer, es muy importante sentirse sexy. Por eso este tipo de prácticas son tan fundamentales para ellas. Son como una especie de ritual que ayuda a que las cosas vayan sobre ruedas y a que poco a poco a poco se vaya creando el clima idóneo para disfrutar del sexo.
Lo de acariciar y cuidar su pelo es una gran ceremonia que a ella le encantará. Tan sencillo como parece, a ella le resultará muy romántico. Si lo haces, tendrás mucho ganado para conquistarla y convencerla de que quizás ha llegado el momento de dedicar un ratito al disfrute sexual.
Si lo haces bien y pones todo tu empeño, ya verás cómo caricias más íntimas, el sexo oral y la penetración estarán más cerca. Recuerda que para llegar ahí hay que sentir primeramente su piel y su cuerpo. De alguna manera (y ése es el fundamento del petting) hay que sentirse de nuevo como un par de adolescentes que se esconden en un lugar oscuro para ir conociiendo furtivamente su sexualidad.
