Puedes cambiar las representaciones internas. Hay algo que se llama el rebote de baloncesto orgásmico, en donde se consigue que la gente visualiza sus sentimientos y, de esa manera, los exteriorizan convirtiéndolo en un símbolo y desplazándolo en su cuerpo. Es un cambio radical.

Puedes luchar con tu voz interna o bajar el volumen. Imagina que estás conduciendo y tienes un pequeño duende en tu hombro izquierdo que te va chillando: ¡cuidado con el cruce! ¡cuidado al girar! ¿Verdad que es molesto? O bien, puedes bajarle el volumen o hacer que sea una voz agradable dándole un tono de confianza. La conclusión es que tienes que entrenar y, una vez lo consigas, verás que todo va mejor.

Estas son algunas de las áreas principales en las que no tienes que apalancarte. Tienes que esforzarte ya que serán de gran ayuda para ti. El reto consiste en cambiar tu forma de pensar. Tienes que cambiar el rumbo de tu estado anímico.

Aunque veas que no funciona en un principio, no desesperes ya que si eres principiante a lo mejor es que no lo haces bien. Piensa que lo peor que puede pasar, si no te sale bien, es eso: que no pase nada.

Ella no va a reírse de ti o va a ser mala: sencillamente te ignorará. Las mujeres no asienten y se ríen al caminar cuando son abordadas por un chico. No pasa como en las películas de Hollywood en que mujeres guapas y con cuerpazos rechazan, uno tras otro, a caballeros humillándolos hasta que llega uno con un cochazo y se suben a su auto. Algunas mujeres que frecuentan discotecas te pueden mirar por encima del hombro: pero este tipo de mujer es sólo para un rollo de una noche y eso no te interesa, ¿cierto?

Otra cosa, si la mujer tiene buen gusto: casi nunca suele rechazar a nadie.

Pon en práctica todo lo que hemos comentado, cambia la actitud: es un arma muy letal. Si pones esto en acción, escríbelo y luego repasa tus últimas diez interacciones con chicas y verás que cambios has sufrido: te sentirás poderoso.

Un consejo: “yo, rara vez, tomo la primera respuesta de una mujer en broma. No es más que un reflejo de lo que está pensando, sintiendo y creyendo en ese momento. Casi nunca cambia de padecer”.

¿Qué significa tener ésta creencia? Permite darse cuenta de que su primera respuesta puede no tener nada conmigo y hace que la respuesta me pare en seco y que no siga luchando.

Aléjate cuando sea necesario y, si la respuesta ha sido seca y cortante, mejor tirar la toalla.

Aquí hay otra opción: “voy a cualquier sitio y consigo siempre lo que quiero” o “voy a disfrutar el proceso de aprender lo que necesito para conseguir todo lo que quiero” Si esa fuera realmente tu actitud, tienes mucho que ganar.

“Ella puede hacer lo que quiera, mientras yo pueda controlar y elegir lo que aprendo en cada interacción y en cada situación. Controlar a dónde va mi energía: ¿voy a desinflarme como un globo o voy a permanecer conectado a la tierra? Voy a decidir cuál es el significado y el aprendizaje que extraigo de mis interacciones. Ella no te va a dar la respuesta.

Decide, ella no va a controlar dónde va tus sentimientos. Ella no me colapsa: me quedo aquí y no importa lo que ella hace”

Para conseguir controlar se necesita un poco de práctica enérgica. Si realmente tu deseo es cambiar, tienes que practicar con las energías que se sostenga a ti mismo, y lo que haces con el flujo de la sensibilidad en tu cuerpo.

Por último, tienes que tomar este ejemplo: “cuando no sabes que hacer, toma la decisión de tomar un paso adelante” Muchas veces decimos: “sencillamente, no sé qué hacer en ésta situación” ¿Quién dice que el no saber qué hacer tiene que ser tu pared para no enfrentarte al más allá? Eso no está escrito en ningún texto sagrado, ni hay ninguna ley que dice: estate quieto y no hagas nada. Mo es que yo crea en textos sagrados ni nada por el estilo, pero no es una ley física ni nada por el estilo.

¿Y si tuvieras la certeza de qué si no sabes qué hacer con una mujer, supieras que ibas a saber qué ocurriría después? ¿Entonces, te atreverías a dar un paso adelante? Piensa que tienes que ser una persona divertida y espontánea. No siempre se puede conseguir lo que uno quiere, pero de errores también se aprende.

Al desarrollar la confianza y el conjunto de herramientas para extraer el máximo aprendizaje realmente, disipar la confusión y transformar en el aprendizaje y la claridad, un programa de juego interior.