Hoy vamos a probar con cosas nuevas: vamos a preparar una velada especial a través de un masaje especial: sensual y sexual.

UN MASAJE ESPECIAL

A todo el mundo le gusta recibir un masaje. El masaje por zonas es más práctico que un masaje en todo el cuerpo y no requiere un entrenamiento especial: sólo hay que ponerles ganas y tu pareja debe estar relajada.

Concentra tu atención en la parte delantera de su cuerpo entre el ombligo y las rodillas. Debe ser sensual y sexual en los primeros segundos del masaje: carreras largas, lentas y bastante profundas con las manos lubricadas a lo largo de los costados de las caderas y los muslos y, lentamente, entre sus piernas. Trabajar, gradualmente, más cerca de toda la zona pélvica y, cuando llegue ahí, comenzar usando una palma aplanada para presionar y masajear, suavemente, toda la zona. Cuando llegues a su pene (seguramente esté erecto) mantén los trazos lentos y constantes en forma de masturbación. Suavecito y sin que él llegue al orgasmo ya que la intención es que debe ser un masaje sensual … la estimulación va a suceder de todos modos, pero él estará relajado y podréis hacer el amor más plácidamente.

Esta noche mi amor, antes de hacer el amor voy a relajarte con un masaje que no olvidarás. Voy a estimularte en tu zona pélvica, en tus muslos y en tu abdomen hasta llegar a tu pene. Pero no quiero que tengas un orgasmo o que te pienses que es un masaje con final feliz. Cuando te haya estimulado y haya conseguido relajarte, estaré dispuesta a que hagamos el amor.

CONTROLAR

Para muchos hombres, la jornada de trabajo se compone de cumplir horarios, fechas límite y tener que cumplir con las expectativas de la empresa en la que trabaja. Cuando llegan a casa, se relajan y respiran profundamente, en cada bocanada exhalan el estrés de su trabajo.

Por esta noche, permítele preparar el escenario y déjale el control de la situación de vuestro encuentro sexual. Se sumisa en todo lo que te diga y que él lleve el bastón del mando. Tómatelo como unas vacaciones en tus expectativas personales.

Sé mi amor que estás tenso por el trabajo, las presiones y las decisiones y demás cosas hacen que llegues a casa estresado. Esta noche, cariño, voy a ser tu sumisa en la cama: voy a dejar que prepares la habitación a tu gusto y voy a hacer lo que tú me pidas, sin rechistar: seré toda tuya. Hoy voy a tener la mente en blanco.

CONTROLAR (segunda parte)

Por otro lado, puede haber días en que tu deseo sexual es más fuerte y quieres llevar a los dos a un placer mutuo: necesitas hacerte cargo por completo de la noche, sensual y sexualmente hablando. Si piensas que esto podría complacerte, entonces toma nota.

A pesar de que deseas que el placer sea mutuo, hazle saber que esta noche vas a guiarle hacia una experiencia única. Un baño relajante para los dos, o para él. Salir de la bañera desnudos, encender velas, poner música relajante, tener aceite a mano para daros un masaje, vino y dos copas: lo que tú quiera, haz que sea tu experiencia. A ver qué tal te funciona la mente.

Esta noche, amado, quiero que te dejes llevar por mis fantasías. No quiero, que tras tu trabajo pienses en nada y quiero que me cojas la mano hacía una aventura que merodea por mi mente. Primero nos bañaremos bajo la luz de unas velas y música, cuando salgamos, mojados, tomaremos vino y luego te estirarás en la cama. Shhhh, déjame … hoy no quiero que pienses en nada.