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Comportarse con finura, una inversión de futuro
Si quieres complacer a una mujer, tienes que aprender un poco de finura. ¿Qué queremos decir con ello? Que debes evitar, en la medida de lo posible, comportarte como un gañán. Piensa que si una mujer te mira como alguien que desea complacerla será más sencillo que ella se plantee la posibilidad de complacerte a ti.
Ligar con mujeres que intimidan
¿Te intimidan las mujeres? Pregúntatelo y contéstate honestamente. Si te sucede eso, si en el fondo te sientes un tanto intimidado por las mujeres, no te consideres alguien especial. A muchos hombres les sucede lo mismo. ¿El motivo? Que, con frecuencia, los hombres piensan que las mujeres poseen la llave de su felicidad futura. Este pensamiento se traduce en una inquietud: antes incluso de hablar con ellas, el hombre que piensa de ese modo ya está, de alguna manera, intimidado por ellas.
Las chicas con mochila
Hasta que no llegas a una cita no puedes saber si la persona que acude a la misma contigo viene libre de mochila o no. Seguramente, si la posee, será algo que no quiera poner sobre la mesa de buenas a primeras. Publicitar la existencia de la mochila antes de una cita es una de las mejores maneras de conseguir que esa cita no llegue nunca a celebrarse. Por eso la mochila se esconde: para no ahuyentar al otro.
Tipos de chicas
Ya lo sabes: realizar cualquier tipo de generalización implica correr el riesgo de caer en la simplicidad. Que cada persona es un mundo es algo que se ha proclamado una y mil veces. Incluso se ha llegado a decir que algunas personas son varios mundos. Que eso sea así no significa que no puedan comprobarse alguna serie de características que, por ser comunes a diversas mujeres, sirvan para englobarlas en una especie de grupo que de alguna manera las defina. Una de esas características podría ser la de la voluntad de establecerse y sentar la cabeza con mayor o menor rapidez.
Quien da el paso gana
Leerás muchos consejos sobre cómo conseguir a una chica. Son muchos los manuales de seducción existentes en el mercado y cada vez más las páginas que te van a guiar en esa aventura de seducción y conquista que es todo ligue. Hay un consejo, sin embargo, que debería figurar grabado en oro en tu memoria. Ese consejo se resume en la siguiente frase: “el tipo de consigue a la chica es el chico que se mueve, nunca el que se queda quieto”.
Amor y amistad
Hay dos tipos de chicos en lo que respecta a las citas. El primero tipo es el hombre de los chicos y el segundo el hombre de las chicas. ¿Qué queremos decir con esto? Simplemente, que, si excluimos el interés sexual y éste no interviene en la motivación de la cita, hay hombres a los que les gusta quedar con hombres y hombres a los que les gusta quedar con mujeres.
El perfecto caballero
No creas a quien te diga que eso de quedar como un caballero está pasado de moda. Nunca estará de más quedar como un caballero ante una mujer. Ellas lo aprecian. Si puedes aparecer ante sus ojos como un caballero tendrás mucho ganado. Piensa que, en un momento u otro de su vida, toda mujer se ha encontrado con un bruto que, sin finura alguna, la ha insultado o la ha hecho sentir como si fuera una basura. Por eso siempre resulta refrescante para una mujer que un hombre la trate como un caballero.
Encajar el rechazo
Entre los conceptos que el aprendiz de seductor tiene que tener siempre presente hay uno que adquiere especial relevancia por la influencia que puede tener o no sobre su nivel de autoestima. Ese concepto tiene que ver con el rechazo y con su nivel de relación con la propia personalidad del seductor. El rechazo acostumbra a tener más que ver con la persona que rechaza que con la que es rechazada. Dice más de la personalidad de la primera que de la de la segunda. Por eso hay que relativizar su importancia e intentar disminuir sus efectos secundarios.
Los gastos en las primeras citas
No existe cita gratis. Quítatelo de la cabeza. Puedes buscarla más o menos cara. Puedes invitar a cenar a la chica a una hamburguesería o a un restaurante de varios tenedores. Podéis tomar un refresco en un bar de barrio o una copa en algún lugar de moda. Hay muchas opciones, pero ninguna de ella es gratis. Asúmelo cuanto antes.
Errores imperdonables al ligar
La primera impresión marca de una manera determinante la mayor parte de las relaciones entre las personas. Para que la primera impresión que una chica objetivo de tu estrategia
de seducción no sea tan negativa como para imposibilitarte cualquier éxito futuro hay una serie de errores que no debes cometer. Los que vamos a reseñarte a continuación serían algunos de esos errores al ligar que no deberías cometer.
Ansiedad al ligar
Es humano desear aliviar los trámites y ansiar que todo avance a mayor velocidad, sobre todo cuando estamos esperando alcanzar un objetivo que, creemos, nos va a proporcionar un pedazo de esa sensación difusa y deseable a la que llamamos felicidad. Esta prisa, sin embargo, debe ser aparcada cuando se trata de citas. Las prisas no son buenas cuando se quiere ligar. El proceso de la seducción está reñido con las prisas y con la ansiedad. Nada peor que parecer un desesperado cuando se intenta ligar. Los salidos nunca han tenido un buen cartel.
Los silencios incómodos
Un silencio puede retumbar en medio de una conversación mucho más que un vocerío. Y puede resultar igual de molesto. O más. En una conversación, y más si esa conversación es una conversación que encierra en sus entrañas una finalidad seductora, un silencio es una traba a vencer, un hueco que hay que rellenar, un socavón que hay que esquivar para que no acabemos rompiéndole el fémur a nuestra voluntad ligona.