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¿Cómo vencer el miedo al fracaso?
El miedo al fracaso nos paraliza y, al hacerlo, disminuye nuestra calidad de vida e imposibilita la posibilidad de alcanzar esos objetivos que nos harían más felices. Si queremos ligar debemos despojarnos del miedo al fracaso. El miedo al fracaso es un lastre que no podemos permitirnos llevar a cuestas si queremos volar. Ahora bien, ¿cómo hacerlo? En este artículo vamos a intentar dar algunos consejos para vencer el miedo al fracaso.
Cómo contar historias para ligar
Hay estudios que hablan de que el atractivo del hombre que sabe contar historias respecto al de aquél que no sabe hacerlo es alrededor de un 30% más alto. En este post vamos a repasar los resultados de dicho estudio y vamos a proporcionar una serie de consejos que sirvan para mejorar nuestra técnica a la hora de contar una historia para ligar.
Consejos básicos de un dating coach
Como “dating coach” venimos proporcionando desde que iniciamos este blog una serie de consejos que deben servir para conseguir una cita y para que ésta se desarrolle con éxito. Ni somos los primeros ni seremos los últimos en dedicarnos a eso. De hecho, alguien podría pensar que somos multitud. Es posible. Pero si de algo podemos presumir es de no ser exclusivistas. Nosotros no defendemos fanáticamente sistema alguno de seducción.
¿Cómo concibe el sexo la mujer a los cuarenta, cincuenta y sesenta años?
En un post anterior explicábamos cómo la concepción que del sexo tiene la mujer cambia a lo largo de los años. En aquella ocasión prestábamos atención a cómo conciben las relaciones sexuales las mujeres que tienen entre veinte y cuarenta años. En este caso vamos a prestar atención a la concepción que del sexo tienen las mujeres cuando viven la cuarta, quinta o sexta década de sus vidas. Eso puede servirte, si conquistas a una mujer de esa edad, para saber qué esperará de ti cuando lleguéis a ese espacio íntimo en el que las palabras sobran y en el que son los cuerpos los que deben hablar.
Así ve el sexo la mujer según su edad: el sexo a los veinte y los treinta
La primera advertencia que hay que hacer al plantearnos describir cómo ve la mujer el sexo según sea su edad es que el concepto en sí de “la mujer” puede ser reduccionista en exceso. Como acostumbra a decirse y como hemos dicho en muchas ocasiones, cada persona es un mundo y en ocasiones, varios de ellos. Por eso hay que valorar que lo que apuntemos aquí puede estar aquejado de los mismos males que cualquier otro tipo de generalización.
El baile, herramienta de seducción
Oscar Wilde lo dijo bien claro: “el baile es la expresión vertical de un deseo horizontal”. Con esta frase, certera como sólo pueden serlo algunos aforismos, el poeta, narrador y dramaturgo irlandés (Wilde nació en Dublín, entonces perteneciente a Inglaterra) recalcaba algo que nunca debería olvidar un aprendiz de seductor, y es que baile y sexo están mucho más relacionados de lo que en un principio podríamos creer.
Mecanismos de la atracción sexual
Seguro que alguna vez te lo has preguntado. ¿Por qué hay personas que nunca nos llamarán especialmente la atención? O: ¿por qué hay personas que, por mucho que nos empeñemos, nunca se sentirán atraídas por nosotros? Seguro que también te has preguntado qué hace que entre dos personas se dé eso que llamamos química, complicidad, conexión… En los últimos tiempos se han elaborado algunas teorías que intentan explicar los mecanismos de la atracción erótica. En este post te hablamos de dichas teorías.
Los nervios de la primera vez
Has estado un tiempo retirado del mercado de las relaciones eróticas. No importa el motivo. Lo que importa es que has vuelto a él, has sedjucido a una mujer, has tenido tu cita y ha resultado todo un éxito. Ahora, esa mujer ha decidido irse contigo a la cama. Y eso, que debería ser motivo de inmensa alegría, te angustia. Es como si fuera una primera vez. Y esa angustia puede ser verdaderamente atenazadora. ¿Cómo actuar en un caso aquí? Aquí intentamos explicártelo.
Los perfumes con feromonas: la seducción por el olfato
No podemos evitarlo: en nuestro interior sigue viviendo el animal que somos. No importa que lo hayamos vestido con caros ropajes ni que lo hayamos domado y refinado a base de educación. El animal sigue ahí, agazapado y determinando muchos de nuestros comportamientos. Por eso reaccionamos ante la presencia olfativa de las feromonas. Ellas son, en buena parte, las responsables de la atracción física. Y es por eso que los fabricantes de perfumes los han utilizado para elaborar perfumes con feromonas que, en manos de alguien que quiera ligar, pueden resultar muy efectivos.
¿En qué se fundamenta la pareja, en el amor o en el sexo?
Ya has ligado. Ahora debes cuidar lo conquistado. Para hacerlo, debes plantearte qué es lo más importante a la hora de dar vitalidad a lo que deseáis que sea una relación sentimental de larga duración. Lo más importante, ¿es el sexo? ¿Es lo que solemos llamar amor? Dar una respuesta correcta a esta pregunta servirá para que esa pareja que habéis formado entre la mujer conquistada y tú sea o no una pareja duradera.
¿Cómo escribir el primer mensaje a la hora de ligar?
¿Cómo romper el hielo cuando se ha conocido a una chica que nos hace tilín y con la que hemos intercambiado nuestro número de teléfono? ¿Cómo debe ser el primer mensaje que le enviemos? ¿Qué errores no hay que cometer en ese primer intento de comunicación por escrito? Saber qué poner en ese primer mensaje para ligar es fundamental, si no para triunfar, si al menos para no cerrarnos puertas a las primeras de cambio.
Sexo en la primera cita
No nos engañemos. Los chicos lo llevamos grabado en la cara desde el mismo momento en que conocemos a una chica por la que sentimos una cierta atracción. Lo llevamos grabado en la cara y su nombre es sexo. Eso es lo que buscamos desde el mismo instante en el que el mecanismo de la atracción se pone en marcha: sexo. Podemos estar debatiendo sobre los últimos acontecimientos políticos o rememorando aquellos tiempos en los que éramos compañeros de instituto. Nada de eso tendrá la suficiente fuerza como para arrancar de nuestra mente un pensamiento que está ahí, fijo en algún lugar de nuestro cerebro, y sobre el que volvemos una y otra vez: las ganas de tener sexo con esa mujer.