Lee lo que ellas lean

Sí, todos los sabemos: el hábito no hace al monje. Y aún así todos nos vemos obligados a reconocer que, en muchas ocasiones, el hábito sirve, al menos, para dar el pego. Por eso es importante cuidar nuestra apariencia y la imagen que proyectamos en todas las circunstancias de la vida. La de la seducción no queda, por supuesto, al margen de dicha ley. De hecho, la apariencia son los cimientos sobre los que un seductor iza el andamiaje de su obra seductora. El conocimiento de la persona vendrá de la mano del trato. Sólo el roce y el contacto nos permitirá saber cómo es una persona y permitirá a esa persona saber cómo somos nosotros. De entrada, lo único que tendremos el uno y el otro, lo único a lo que podremos aferrarnos para hacernos una idea de cómo es ese otro, es la apariencia. Por eso hay que cuidarla. Por eso y por un motivo que vamos a explicarte a continuación.

Si estás leyendo este post es, simple y llanamente, porque estás buscado una orientación, un consejo, una idea que te permita iniciar tu misión seductora con una mayor confianza en ti mismo y en los resultados de la misma. Por eso precisamente estás leyendo este artículo y no cualquier otro de los que, en referencia a cualquier tema que puedas imaginar, puedes encontrar en ese maravilloso saco sin fondo que es internet.

Eso, el ser lector de un artículo de este tipo, no te convierte en un personaje especialmente raro ni único en modo alguno. Si lo fueras, internet no tendría sentido y tampoco lo tendrían todos los artículos que, al estilo de éste, pretenden servir de ayuda a todos aquellos hombres que, por un motivo u otro, se sientan inseguros a la hora de intentar ligar. ¿Qué queremos decir con esto? Algo que consideramos muy importante y en lo que deberías pensar y es que seas consciente de que, al igual que tú consultas cómo conquistar a una mujer y cómo identificar el sentido último y sincero de sus gestos, actitudes y comportamientos, ellas también intentan saber qué motivación se esconde tras la gestualidad masculina y tras la particular manera de moverse y hablar de un hombre, tras la postura que adopta al estar sentado, etc. Es decir: tienes que comprender que al igual que tú buceas en internet intentando conocer los sentimientos ocultos que deja traslucir la gestualidad femenina, ellas se sumergen en el maremágnum de la red intentando también conocer qué sentimientos se ocultan tras el telón de la gestualidad masculina.

El por qué del gesto masculino

Por eso es especialmente importante que controles tu gestualidad y tu actitud: porque ellas también leen e interiorizan lo leído. Y porque en muchas ocasiones, y en base a eso, actúan. Por eso, y si quieres convertirte en un auténtico seductor, deberás mostrar siempre la actitud prototípica del hombre que está especialmente interesado en esa mujer. Por eso deberás conocer las reglas básicas de la gestualidad masculina. Dominándola tendrás un instrumento de primera magnitud en tus manos para alcanzar tus objetivos.

No hay nada mejor que leer las páginas que las mujeres leen para saber qué esperan ellas encontrar en un hombre. Nosotros hemos realizado esa lectura por ti y hemos extraído una serie de recomendaciones que debes tener en cuenta. Si lo haces podrás comportarte como el hombre que ellas esperan y eso será un punto a tu favor.

Algunos de esas cosas que las mujeres que se han interesado por conocer los por qué de la gestualidad masculina esperan encontrar en alguien verdaderamente interesado en ellas son las siguientes:

  • El mantenimiento del contacto visual. Es decir: que fijes la mirada sobre ellas, que las acaricies con esa mirada, que demuestres de ese modo tu interés por ellas.
  • Que intentes estar físicamente cerca de ellas y que aproveches cualquier excusa o vaivén de la conversación para, por ejemplo, rozar su brazo.
  • Ellas se fijarán en si reproduces o no su propio comportamiento. Si ella acaricia su pelo, acaricia tú el tuyo. Si cruza las piernas, hazlo tú también. Muy probablemente, y constatando esa sincronía imitativa, esa mujer que ha intentado informarse sobre las reglas básicas que rigen la gestualidad masculina pensará que te tiene en su poder. Eso puede ser muy positivo para tus intereses. Pocas personas tienen las defensas tan bajas como una persona confiada.

Existe otra serie de pequeños detalles que pueden ser tenidos en cuenta por la mujer que se ha informado sobre la gestualidad masculina y que pueden servirte para dar ante ella la imagen del hombre verdaderamente subyugado por sus encantos. El mostrarse subyugado resulta muy halagador para las mujeres y puede resultar una baza muy importante a la hora de conquistarlas.

Todos estos detalles de los que estamos hablando tienen que ver con el comportamiento postural y con lo que se conoce como comunicación no verbal. La postura que adopte la cabeza (inclinada hacia la derecha o hacia la izquierda, elevada o baja), la dilatación mayor o menor de las pupilas, la sinceridad o no de la sonrisa, la postura del tronco, el modo de mover las manos o de colocar las piernas (cruzándolas o no y de qué modo se cruzan) ayudarán a formar una imagen de ti. Si quieres mostrarte interesado, inclina el tronco hacia delante cuando estés sentado. Si quieres mostrarte relajado, cruza las piernas a la manera americana (con el tobillo puesto sobre la rodilla de la otra pierna). Si inclinas la cabeza a la izquierda, estarás apelando a lo emocional.

Ten en cuenta todos estos aspectos cuando intentes seducir a una mujer. Piensa que ella es muy probable que haya leído algún artículo sobre gestualidad masculina y que es posible que de ellos dependa tu éxito seductor.