El WhatsApp: un texto fácilmente malinterpretable

Seguramente no es el mejor sistema, pero no por ello deja de ser utilizado por muchas personas para ligar. Estamos hablando del whatsapp, esa aplicación para móvil que ha revolucionado nuestra vida y nuestra forma de comunicarnos.

Sin duda el whatsapp es un gran instrumento para enviar mensajes cortos. Por ejemplo: preguntar a qué hora se queda y en qué lugar. O preguntar a la pareja que está trabajando y con la que se convive qué desea para cenar. O decirle que, antes de volver a casa, compre un paquete de espaguetis o una botella de vino. También sirve para enviar declaraciones del tipo “te quiero”, “guapa”, “tengo ganas de verte”, “no puedo dejar de pensar en lo que estuvimos haciendo anoche…”…

Pero… ¿y para enviar mensajes más complejos? ¿Es un buen canal el whatsapp? No. Y es que el whatsapp puede ser un alma de doble filo. Un whatsapp puede animar y estimular mucho, pero también puede desanimar, enojar, entristecer, etc. Y eso no es necesario que suceda con fundamento. Puede suceder, tranquilamente, debido a un malentendido o al resultado de llegar a una conclusión precipitada.

Después de todo, la comunicación escrita se fundamenta en un a priori que no siempre se da, y ese a priori es que todos los que usamos el whatsapp sabemos escribir, entendiendo como saber escribir el reflejar con palabras lo que verdaderamente sentimos o pensamos. Eso no siempre sucede. Además, el empobrecimiento del lenguaje utilizado al escribir nuestros whatsapps es cada vez más elevado. El uso de abreviaturas, en ese sentido, ha propinado un duro golpe a lo que podríamos llamar el uso normativo y correcto del lenguaje. Esto puede llevarnos a malinterpretar un whatsapp.

Por otro lado, hay que tener siempre presente que todos los inputs que nos llegan pasan, en su proceso de entendimiento, por el filtro de nuestra personalidad. Y ese filtro está formado por nuestro aprendizaje previo, por nuestro bagaje cultural y por nuestras creencias. Todo ese filtro puede, perfectamente, conducirnos a malinterpretar un whatsapp. Podemos, por ejemplo, no captar el tono irónico que quiso imprimir a su texto quien nos envió un whatsapp.

En la comunicación por whatsapp se pierde algo que en la comunicación cara a cara adquiere una importancia capital: la comunicación no verbal. En el cara a cara podemos prestar atención, por ejemplo, a la mirada, al movimiento de las manos, a las pausas en el habla… De ahí podemos extraer matices que nos sirvan para perfilar perfectamente el sentido de lo que se nos comunica.

El cara a cara implica interacción. El whatsapp, por el contrario, y aunque pueda parecer lo contrario, es una forma de comunicación unilateral. Se lanza un texto. Ese texto es interpretado por una segunda persona. Y esa persona, a su vez, contesta con otro texto sin pararse demasiado a mirar si el texto que ha recibido de la primera persona ha sido bien analizado o no. Por suerte y para, por ejemplo, indicar si hay una intención humorística o no en el texto que se ha enviado o si se ha intentado emplear la ironía o no en el mismo, existen los emoticonos. Cada vez más complejos, cada vez más elaborados, los emoticonos están sirviendo a muchas personas para perfilar mejor la intencionalidad de lo escrito.

Consejos para comunicarse mediante whatsapps

Pero más allá del uso de emoticonos y de la ayuda que éstos prestan en la comunicación por whatsapp, si deseas comunicarte por whatsapp con quien deseas que sea tu pareja o con quien ya es tu pareja pero desde hace poco, ten en cuenta los siguientes consejos:

  • Si vas a enviar un whatsapp, lee el texto que has escrito un par de veces antes de enviarlo y comprueba que dice exactamente lo que quieres decir.
  • Establece una frontera clara entre los temas que pueden tratarse por whatsapp y los temas que necesariamente deben tratarse cara a cara o, cuanto menos, mediante conversación telefónica.
  • No expreses por whatsapp (ni, por extensión, en cualquier red social) aquello que no expresarías cara a cara. Al escudarnos en la pantalla nos sentimos más valientes y, por tanto, más liberados a la hora de expresarnos. Eso puede llevar, en algunos casos, a extremar nuestras posturas.
  • No te sientas despreciado si, tras escribir una larga parrafada, la otra persona te contesta con un simple OK. Piensa que la otra persona tiene otras cosas que hacer que estar pendiente de lo que tú escribas o puede estar muy ocupada en ese momento.
  • Procura no contestar a un whatsapp cuando, por el motivo que sea, estés enfadado. Los momentos de enojo no son buenos para comunicar ideas. El enojo conduce a una radicalización de nuestro pensamiento. En esos momentos podemos decir algo de lo que, muy probablemente, después nos arrepintamos.
  • Otro momento en el que debemos evitar el escribir o comunicarnos mediante whatsapp (sobre todo si es para tratar cosas serias) es aquél en el que, por algún motivo, tengamos nuestras facultades mentales parcialmente alteradas por el consumo de alcohol o de algún tipo de drogas.
  • No trates situaciones personales con uno de los miembros de un grupo en el propio grupo de whatsapp. Podrías molestarle por tratar temas que sólo os incumben a vosotros y podrías, también, molestar al resto de los miembros del grupo. Por supuesto: no trates ligar mediante whatsapp con una miembro de un grupo en el seno de ese grupo. En principio no es un sistema que garantice un buen resultado.
  • Mantén la calma si sabes que la otra persona ha recibido tu mensaje pero no contesta. En este sentido, hay quien recomienda el optar por la desactivación del doble check (los dos palitos que nos indican que el whatsapp que hemos enviado ha sido recibido por el destinatario) y de la indicación de cuándo el otro se ha conectado por última vez para, de ese modo, evitarse la ansiedad derivada de estar pendiente de las conexiones del otro.
  • Cuida al máximo los signos de puntuación. La escritura y lo escrito pueden, sin ellos, ser fácilmente malinterpretada.
  • No dejes que, como suele decirse, el whatsapp te acerque a quien tienes lejos mientras te aleja de quien tienes cerca.

Todos estos consejos para evitar los malentendidos con whatsapps pueden resumirse en tres: cuidar con cariño lo que se dice, no exigir respuestas inmediatas e intentar, ante todo, ponerse en la piel del otro. Empatía. Esta palabra, que tanto debería significar en nuestro comportamiento diario, también debería guiar nuestro comportamiento a la hora de utilizar el whatsapp.