¿Qué escriben los demás chicos?

Una vez creé un perfil de mujer para ver que escribían los otros chicos a las mujeres. Me encontré de todo, pero lo más que había era: – Hola, ¿qué tal estás? o, si te apetece hablar un rato, ya sabes dónde estoy o, pásate por mí perfil y si te gusta, ya sabes. Leí cada mail y cada mensaje y me parecían casi todos muy simples y llanos.

Nuestros falsos perfiles femeninos.

Mientras mi actual pareja recibe aún algún mensaje de chicos en sus perfiles de citas online yo he decidido crear un perfil falso de una chica para ver qué es lo que pasa. También, he de decirlo, creé un perfil falso de chico para averiguar si mi actual pareja le hacía caso: pero no me da ningún resultado.

Mientras relleno los datos de mi primera chica “la llamaremos Sonia” crearé otro perfil de una señorita divertida y coqueta que le llamaré “soy tu amor”.

Ambas señoritas las crearé con las mismas estadísticas, trabajos, intereses, etc. Pero sin ninguna foto de perfil.

Entonces, ahora, tengo tres perfiles nuevos: “Sonia” una chica parada y aburrida, “soy tu amor” una mujer divertida y coqueta y un perfil de chico en busca de mi actual pareja. Veamos que pasa y si me escriben mensajitos.

¿Es divertido, no crees?

El resultado:

Como he dicho antes, he creado a dos chicas iguales en casi todo: ambas eran bajitas, con ojos verdes y pelo castaño, fumadoras y con niños. La única diferencia era su perfil. El de “soy tu amor” ponía lo siguiente:

Hola chicos, gracias por visitar mi perfil, pero lo bueno está por llegar. Soy una mujer de sangre caliente que ha llegado a éste lugar para conocer a chicos que logren poner emoción a mi vida ya que últimamente, el trabajo me absorbe el tiempo libre que tengo y las noches las paso, solita, entre mis sábanas. Realmente necesito a alguien que me caliente por las noches y desayunar juntos, aunque sólo sean besos. He perdido demasiado tiempo, ¿me ayudas a recuperarlo? Quiero encontrar a ese alguien que me enseñe cosas nuevas, ¿podrías ser tú?

En cambio, el perfil de “Sonia” escribí algo así:

Supongo que soy un poco aburrida, poco aventurera (ésta es una de mis mayores hazañas) Desde bien joven comencé una relación con un chico y duró hasta hace bien poco. Con él no hicimos gran cosa, sólo trabajar para mantener una casa y dos hijos y eso, mató nuestro amor. Bueno, ¿nuestro amor?, podríamos decirlo así, pero no sé si era amor o rutina. Paso las noches en el sofá mirando la tele, o leyendo (acompañada de una copa de vino) hasta que me quedo dormida y despierto para ir a trabajar. En mis pocos momentos que tengo libre me gustan los crucigramas y los rompecabezas. Quisiera encontrarme con alguien que me despierte de esta rutina.

Escribí y me di de alta para ambos perfiles en pocos minutos, en una web que no era de pago. Yo no me esperaba nada por el estilo, pero me sorprendí al ver la gran acogida de los dos perfiles. Me di cuenta de qué es mucho más fácil ser mujer que ser hombre, la cantidad de moscas que volteaban alrededor de dos supuestas mujeres en busca de caballeros fue masivo. Es alucinante la competencia que hay en estos lugares de citas.

Después de un rato de ver en primera mano lo que sucede desde el punto de vista de una chica, me alegré de qué mi enfoque de los mensajes que había enviado fueran diferente al resto. Me había tomado la molestia de aprender lo que funcionaba y lo que no funcionaba y, obviamente, después de tanto tiempo tenía cierta ventaja en el juego de citas. Sabía que mis mensajes funcionaban, pero no me imaginaba que estaba compitiendo por la atención de chicas con tantos hombres.

Dejé de jugar con esos dos perfiles al día siguiente, pero respondí un solo mensaje que me dejó con la intriga. No creí justo iniciar conversaciones y engañar a la gente de vil manera. Eso sí, la cantidad de ofertas que recibí de chats fue escandalosa (y eso que no puse ninguna foto) Siempre he dudado de las chicas que no tenían foto en su perfil, pero está claro que no todo el mundo es igual.

El mail que me dio curiosidad:

Hola, soy tu amor. ¿Cómo estás hoy? Me gustaría saber algo más sobre ti, ¿me cuentas? Sobre tus aficiones no hay nada escrito. Cualquier cosa que me quieras explicar, encantado de recibir tus noticias. Te espero, hasta pronto.

Mi primera impresión fue muy buena, pero al abrir el perfil de Sonia, me encontré el mismo mensaje del mismo chico.

“Soy tu amor” contestó: nunca pensé que recibiría un mensaje como el tuyo, ¿qué es lo que te ha llevado a escribirme?

Sonia le respondió: ¿qué es lo que te ha gustado de mi perfil?

La respuesta, para ambos perfiles fue la misma: me gustaría conocerte, me has parecido una chica que tiene mucho que contar.

Luego fui abriendo mails y casi todos eran un copiar y pegar a los dos perfiles: hola, ¿cómo estás?, ¿qué haces?, ¿tuviste un buen fin de semana?

Eso sí, siempre escribían con faltas de ortografía. Cada mensaje que leí, había errores gramaticales. Una auténtica vergüenza, ya que no cuesta nada escribir con propiedad y sin faltas ortográficas.

Ambos perfiles recibieron el mismo mensaje una y otra vez de un perfil tras otro. Hasta había mensajes repetidos llegados desde el mismo perfil. ¡Esto es increíble!

Estos son algunos de los otros mensajes que recibí. Algunos son peores que otros:

– Pareces mi chica ideal. Espero que al menos me digas hola. Me gustaría saber que tal eres en la cama. Si eres fría o caliente. Seguro que eres una maravilla.
– Hola, me gusta mucho tu perfil. Si te apetece algún día hablar por chat, ya sabes.
– Hola, si te gustan las fotos de mi perfil, ¡ya sabes! Estoy a tu disposición.
– Hola, si quieres pasar un buen rato: ¡avísame!

Y algún ejemplo simple de mensajes:
– Hola, tengo fotos.
– ¿qué tal estás hoy?

Y algún ejemplo de mensajes diferentes:
– Hola amor, ¿cómo estás hoy? ¿Te apetece hablar un rato por el chat? Veo que no hace mucho que estás por aquí, pero espero noticias tuyas. Soy un chico muy bueno y genuino. Atrévete a conversar conmigo, ya verás que bien te lo pasas.