Tipología del amor

El seductor debe ser, a priori, un experto en el amor. El buen seductor, aquél que sabe siempre el terreno que pisa a la hora de conquistar o de intentar conquistar a una mujer, debe saber distinguir lo que es el amor de la mera atracción y, dentro de aquél, los diferentes tipos de amor que pueden existir.

Y es que bajo el bello paraguas del amor se abrigan distintas modalidades de amor, diversas maneras de concebirlo, variadas formas de establecer lazos de afinidad y cariño con el otro. John Allan Lee (1933-2013), escritor canadiense, sociólogo muy reputado de la Universidad de Toronto, activista y político defensor de los derechos LGBT, dedicó gran parte de su carrera a investigar sobre los aspectos sociológicos y psicológicos del amor. Una de sus principales aportaciones a los estudios sobre el amor fue su teoría sobre los tipos de amor, llamada también teoría de los colores del afecto.

Según John Allan Lee, y de la misma manera que existen tres colores primarios que intervienen en la elaboración de todos los colores, hay tres afectos también primarios que, combinándose de distinta forma entre ellos, dan lugar a los distintos tipos de amor. Esos tres afectos primarios son, según la teoría de John Allan Lee, pasión, compañía y respeto, los tres nutrientes que toda persona necesita para ser feliz.

John Allan Lee expuso su teoría sobre los tipos de amor en su obra The colors of Love, un estudio publicado por el famoso activista canadiense tras varios años de análisis y trabajo en la Universidad de Toronto. En en The colors of Love donde Lee equipara la compañía con el color azul, el respeto con el amarillo y el rojo con la pasión. La perfecta combinación de esos tres colores daría lugar al amor más auténtico.

Según John Allan Lee, la distinta combinación de estos tres colores/afectos básicos daría lugar a los siguientes tipos de amor:

  • Eros. Eros es, por definición, el símbolo perfecto del amor romántico, un tipo de amor idealizado y muy promovido en nuestra cultura occidental debido, entre otros factores, a la influencia, primero, de la novela romántica, y, posteriormente, del cine. A la hora de analizar hasta qué punto este tipo de amor ha sido promovido por nuestra cultura no hay que olvidar el efecto que sobre la sociedad ha podido tener, década tras década, la gota malaya de la canción popular, siempre tan proclive a ensalzar este tipo de amor caracterizado fundamentalmente por la pasión y la devoción emocional. El amor romántico una modalidad de amor en la que la atracción, intensa, es prácticamente inmediata y en la que la posesión y el aspecto físico desempeñan un rol fundamental.
  • Amor erótico. Este tipo de amor, como su propio nombre indica, se fundamenta, única y exclusivamente, en lo erótico. JJohn Allan Lee apuntaba en su obra que este tipo de amor resulta gratificante en un primer momento pero que acostumbra a desilusionar a la larga si se le considera como puerta de entrada a una relación de bases más sólidas. Lo recomendable, cuando se conoce e identifica este tipo de amor, es dejar que cumpla su cometido puntual para, a continuación, iniciar la búsqueda de una nueva pareja sexual. Lo que de manera muy tradicional se ha llamado siempre “ir de flor en flor”. Hay un tipo de seductor al que se le da de maravilla este tipo de amor.
  • Amor lúdico. Este tipo de amor es el fruto de concebir el amor como algo lúdico. Las personas que tienen una concepción así del amor se lo plantean como un juego y, como tal, como algo no excesivamente serio. Las personas que conciben el amor así, señala John Allan Lee, son personas que, buscando única y exclusivamente el beneficio a corto plazo, no se comprometen en sus relaciones y hacen que éstas sean emocionalmente distantes.
  • Amor pragmático. Para las personas que conciben el amor así, lo afectivo no cuenta. Para quienes experimentan este tipo de amor una relación afectiva debe ser, sobre todo, útil. La lógica impera en todo momento en esta forma de amor y la atracción física u otro tipo de emotividad queda en segundo plano ante cuestiones como el grado de estabilidad financiera que puede conseguirse con esa persona y el equilibrio personal que puede alcanzarse.
  • Amor obsesivo. Este tipo de amor es una modalidad de amor fundamentalmente dañina. Casi podríamos afirmar que, en el fondo, no es una forma de amor. O es una forma de amor defectuosa. Éste es el tipo de amor que experimentan las personas celosas, controladoras y posesivas. Las personas que experimentan este tipo de amor, apunta John Allan Lee, acostumbran a ser personas ciclotímicas, personas que experimentan cambios súbitos de humor y que tan pronto pueden mostrarse excepcionalmente apasionadas como extremadamente frías.
  • Ágape o amor altruista. Este último tipo de amor de entre los descritos por John Allan Lee es el tipo de amor que puede hacernos felices. Al experimentarlo nos convertimos en expertos en el arte de dar y recibir. La persona que experimenta y siente este tipo de amor sabe centrarse en las necesidades de su pareja, sabe comprometerse con la relación y sabe dar lo mejor de sí misma.

John Allan Lee señala que estos seis tipos de amor aparecen habitualmente en nuestras relaciones afectivas combinándose e intercalándose entre ellos. En pocas ocasiones puede contemplarse uno de estos tipos de amor en estado puro. Lo importante, para quien se está iniciando en el arte de la seducción o para quien desea conquistar a una persona, es saber, siempre, identificar los propios sentimientos y saber en todo momento qué se siente para, a partir de ahí, obrar en consecuencia y corregir lo que debiera corregirse para, de ese modo, poner al alcance de la mano el objetivo que se persigue.