La autoestima, fundamental para ligar

Seguro que te lo han dicho o lo has leído en más de una ocasión: para ligar es fundamental tener la autoestima alta o, al menos, no tenerla baja. Pero eso no siempre es posible. En ocasiones la vida, por circunstancias diversas, va minando nuestra autoestima, y lo que debería ser un punto a nuestro favor se convierte en un lastre a la hora de conocer gente o de iniciar una nueva relación. Por eso hay que estar siempre alerta en ese aspecto tan determinante. No hay que bajar la guardia ni dejar que el desánimo nos venza ni muchísimo menos que éste vaya haciendo una faena de zapa que vaya debilitando el terreno sobre el que pisamos. Por eso siempre va bien realizar una serie de ejercicios que nos ayuden a mantener a un buen nivel nuestra autoestima.

Para realizar estos ejercicios para mejorar la autoestima no se precisa la ayuda de ningún profesional de la psicología o de un asesor personal. Basta con un poco de determinación y un algo de persistencia. Es una tarea que debes hacer tú mismo, cada día, siendo tu propio asesor y tu propio crítico. Lo único que se requiere es sinceridad contigo mismo y ganas de mejorar. Debes tener presente que tu autoestima acaba determinando tu modo de interactuar con los otros. Según sea tu autoestima, así te relacionarás con tu familia, con tus amistades, en el trabajo o con todas aquellas personas que puedan convertirse en hipotética pareja tuya.

Examen de la autoestima

Para que tu autoestima tenga un nivel que te permita lucir ante aquella persona a la que quieras seducir, es importante que elimines de ti los mensajes negativos que te diriges a ti mismo. Está bien que seas consciente de tus errores y que sepas cuándo has fallado en algo, pero no debes, en caso alguno martirizarte por ello. ¿Qué sentido tiene que te limites a machacarte a ti mismo por un error cometido? ¿Te ayuda ello a subsanar el error? ¿Te inmuniza contra una posible reiteración del mismo? No se trata de obviar que el error haya tenido lugar. Se trata de que lo estudies, sepas por qué ha tenido lugar, aprendas de él y pongas en marcha los mecanismos que, en la medida de lo posible, van a impedir que vuelvas a cometer dicho error. Rectificar es de sabios, se dice.

También es de sabios desdramatizar cualquier fracaso. No hay que tomarse demasiado en serio ni darse demasiada importancia. Los fracasos están para aprender de ellos, no para dejarse arrastrar.

Otra cosa importante para mejorar la autoestima es comprender que, hagamos lo que hagamos, no vamos a contentar a todo el mundo. Hay que ser conscientes de que no vamos a gustar a todas las personas con las que nos crucemos y aprender a decir no. No decir no por miedo a caer mal y ofender a la persona destinataria de ese “no” sólo consigue una cosa: que hagamos algo contra nuestro pensar o nuestro sentir y, posteriormente, nos sintamos mal por haberlo hecho y a disgusto con nosotros mismos y con nuestra reacción. Sentirse mal con uno mismo es el primer golpe de una tarea de demolición que sólo puede conducir hacia el derrumbamiento de nuestra autoestima.

Algo letal para la autoestima es, así mismo, el mantenimiento de una actuación imitativa. Somos nosotros, única y exclusivamente nosotros, y no ningún otro. Por eso no tiene ningún sentido que nos comportemos imitando a otra persona. El actuar por imitación acostumbra a tener efectos negativos para la autoestima. Puede sonar a tópico, pero no debe tomarse como tal: hay que ser uno mismo. Ser uno mismo es la única manera de sentar las bases de un futuro que se desarrolle acorde a nuestra autenticidad. Si vamos a buscar pareja, será, en principio, pensando en que esa pareja dure. Si deseamos que sea así, las bases sobre la que edificar la relación deben de ser unas bases sólidas. Sólo la autenticidad puede aportar solidez a esas bases. La mentira o el fingimiento sólo pueden servir para construir bases frágiles, bases sin futuro.

Ejercicios para mejorar la autoestima

Para conseguir todo esto debes hacer, como ya hemos dicho, un completo examen de conciencia. Para hacerlo, puedes seguir alguno de los siguientes pasos:

  • escribe lo que te gusta de tu forma física;
  • escribe lo que te gusta de tu forma de ser;
  • escribe, al finalizar cada día, con qué te has sentido bien;
  • escribe con quién te has comparado en tu vida en general o en este día en particular.

El hecho de que escribas aquello que te gusta de ti debe servirte para que fijes atención en aspectos que, muy probablemente, valorarías positivamente al encontrar en otros. Si te sientes poseedor de dichas virtudes, ¿por qué no sentirte bien gracias a eso?

Junto a ello, anota aquello que no te gusta tanto o, simple y llanamente, te disgusta. Haz autocrítica, pero que tu autocrítica no sea una autocrítica de simple demolición. Que sea constructiva. Que te sirva para aprender y mejorar. Para ello acostumbra a ir bien prepararse un proyecto de superación personal. Tener bien claro lo que queremos cambiar es imprescindible para conseguir cambiarlo.

Para que dicho cambio tenga, finalmente, lugar, pueden ir bien unos ejercicios de visualización. Para realizar dichos ejercicios hay que dominar unas series de ejercicios de respiración que nos ayuden a relajarnos. Será una vez relajados cuando podamos visualizar aquella persona en la que, partiendo de todas nuestras virtudes y conservándolas, queremos convertirnos.

Si sigues estos consejos y los llevas a la práctica, tendrás más posibilidades de mejorar tu autoestima. Con ella reforzada, lo de conocer gente nueva y ligar no te sonará tan utópico como a veces, en tus horas bajas, te puede parecer.