Digamos que haces esto, la llamas y salta el contestador. Le dejas un mensaje:

“Hola Ana, ¿qué tal? No sé cuándo recibirás este mensaje ni lo que vas a hacer cuando lo escuches, pero no sé si recuerdas la otra tarde y te gustaría repetirla: si quieres, devuélveme la llamada. Mi número es el xxx-xxx-xxx. ¿Por qué no me devuelves la llamada, a ver si lo puedo coger?”

Tómate un minuto para analizar esto. En primer lugar dices su nombre. No necesita ninguna explicación, ¿cierto?

Comentó, después, “no sé cuándo recibirás este mensaje” Es un paso para la realidad actual. También se desarma con tú “no sé” ¿Quién puede discutir cuando dices: “no sé cuándo recibirás este mensaje”?

Es el ritmo, se dice “hey, estás en un lugar”. Obviamente ella va a estar en algún lugar cuando lo escuche.

Tú dices: “lo que vas a hacer cuándo lo escuches”. Ella tiene su vida, pero se detendrá un momento a reflexionar sobre el mensaje. Eso quiere decir que su mensaje es importante.

Si ella está haciendo algo cuando lo escuche, la implicación, la imagen mental es que ella está ocupada con algo, sin embargo, ella se está tomando el tiempo necesario para escuchar el mensaje. No hay que ser muy astuto para adivinarlo. Responder para ella va a ser muy importante.

Esto implica que ella está haciendo algo y, por lo tanto, ella está ocupada. Si ella escucha el mensaje, debe ser importante. Por lo tanto, devolverte la llamada está hecho ya que será trascendental para ella.

No estás diciendo “debes” o “puedes” o “intenta” si no un “si quieres” Es sólo una posibilidad y le das a ella la alternativa de poder hacerlo o no. Ella no se resistirá y te llamará.

“Pero no sé si recuerdas la otra tarde” Esto es un comando incorporado para participar en una serie de pensamientos y tener un cierto movimiento en la memoria.

¿Le comento lo que debe seleccionar su memoria? Le dije en el mensaje: “¿te acuerdas de cuando nos reímos con lo que le había pasado a María?” Pues no, no hay que seleccionar un aspecto de aquella tarde divertida, si no todo el conjunto para que ella recuerde lo que le interesa recordar.

Si conoces a alguien que lo ha conseguido de la otra manera, dale la enhorabuena. Es una especie de magia, pero en realidad es la mecánica. Hay ciertos principios de funcionamiento para influir en las personas.

Cuando comiences a ver los resultados positivos, verás como los de tu alrededor utilizan tus métodos. Sencillamente, ellos no saben lo que están haciendo mal.

“Pero no sé si recuerdas la otra tarde y te gustaría repetirla” Le estás diciendo de nuevo la forma de interpretar su recordatorio de aquella tarde tan divertida. Ella la podría recordar y, aun así, sigue sin querer hacer nada. Le estás preguntando: ¿quieres volver a hablar de nuevo conmigo? Es una sugerencia incrustada. Se le está diciendo como interpretar la línea de pensamiento que ella acaba de tener.

“Mi número es el xxx-xxx-xxx” Esto sólo es una declaración. Entonces es cuando le preguntas “¿por qué no me devuelves la llamada?” Mira esto, hay una cierta ambigüedad allí, ¿no? Pero no es una ambigüedad fonética.

Hay un par de cosas implícitas en esa frase. En primer lugar, implica que estás muy ocupado y que no estás sentado junto al móvil.

En un segundo plano, lo que establece el marco es que eres una persona ocupada y que ella va a tener que currárselo un poquito para poder hablar contigo. Directamente no estás diciendo: yo una persona valiosa y ocupada, me paso el día follando con mujeres. Pero indirectamente, si lo estás diciendo.

Si tú lo dices, te resistes. Cuando lo das a entender, pones la mente en blanco y ella cae en ese espacio. Ella tuvo el mismo pensamiento, por lo que también lo pensó. Son astucias bonitas.

Piensa que puedes utilizar estas herramientas en otros elementos de la vida. ¿Podrían ser útiles para tus negocios? Sí, claro que sí.

“¿Por qué no me devuelves la llamada, a ver si lo puedo coger?” Hay otra ambigüedad aquí. El “a ver si lo puedo coger” es un detalle muy inteligente por tu parte.

Pienso que también puedes ver el poder de combinar todas las herramientas en una expresión cortísima. Son sólo cuatro frases. Mira como las utilizamos y así las podremos trabajar juntos. Como dije en una entrada anterior, siempre que combinas herramientas en un corto espacio de tiempo, estarás en el camino perfecto hacia la victoria.

Una vez más, observa el ritmo y el desarme. Si bien, poderosamente, estás llevando la delantera y estructurando los pensamientos de esa persona que te interesa, quiero que siempre tengas la percepción de que estás participando y creando por ti mismo, al menos en esta fase de la seducción. Más tarde, cuando estemos teniendo sexo, estará bien para ser dominante y conducirla hacia tu terreno.

Ahora mismo queremos que ella reciba la recepción de lo que decimos, que sea completamente cómoda y muy buena. Cuando decimos “no lo sé” se desarma. Es una de mis cosas favoritas.

Tengo novio”, eso es una frase hecha que ellas tienen en la mente, salta como si fuera un piloto automático. A veces, las mujeres dicen lo contrario a lo que piensan. Es sólo la primera frase que sale de su boca.

Mi regla principal es no hacer caso a la primera respuesta a una mujer. Casi siempre es un reflejo de lo que está sintiendo o pensando en esos momentos. Pero casi siempre está sujeto a cambios.

Voy a explicar una mejor opción: bromear.

Le podemos decir: “los novios son como los resfriados, los puedes coger en cualquier momento. O sea, que no te los puedes quitar de la cabeza.” Si ella asiente con la cabeza, inconscientemente, es que piensa igual que tú. Es una buena prueba humorística. A menudo, cuando una mujer es infeliz con su novio, lo trata como a un resfriado: cuanto antes se deshaga de él, mejor se encontrará.

Otro ejemplo: “eso es una buena noticia, ¿tendrás tiempo libre cuando no esté en tu ciudad?

El uso de metáforas son, a menudo, formas de conseguir notas de humor.

La negación es ideal para la resistencia de última hora. Si una mujer dice: esto va demasiado rápido. Que le voy a decir: tienes razón, a la vez que le dejo de tocar sus pechos. Digo lo que no debería estar haciendo, aunque lo esté haciendo en ese momento. Piensas, a la vez que lo estás haciendo: no deberíamos estar follando en este momento. Lo piensas, pero lo haces. Es una negación que los impulsos sexuales siempre vencen a los pensamientos.