Prohibido aburrir

Los temas que interesan a los hombres no son, por regla general, los que interesan a las mujeres. Eso es algo que debe tener siempre presente todo aprendiz de seductor que quiera dominar el arte de la conversación y que desee evitar el riesgo de aburrir a una mujer con su conversación.

Tanto si se tiene que conversar con una mujer como si se tiene que chatear con ella hay que tener en cuenta una serie de aspectos preliminares para, así, no cometer error alguno a la hora de comunicarse con la persona a la que se quiere conquistar ni causar ante ella una mala impresión. El objetivo principal, en cualquier caso, es evitar que la conversación que se trence pueda pecar de aburrida.

En este artículo de ObjetivoLigar queremos darte una serie de consejos para que, con ellos, evites el aburrir a una chica cuando hables o chatees con ella. Dichos consejos son los que recogemos a continuación.

No hables sólo de ti

Convertirte en el tema exclusivo de la conversación es, a priori, lo peor que puedes hacer si deseas no aburrir a una mujer. Sí podrás hablar de tus gustos, claro, y también podrás contar alguna de las experiencias que hayas vivido. Ella, por otro lado, también esperará que se las cuentes para, así, irse formando una idea sobre quién eres y de qué pie cojeas. Eso sí: por apasionante que te parezca tu vida y tu persona, ellas, la una y la otra, no tienen por qué serlo para quien te escucha. Además, si tú no dejas que la chica hable de ella estarás proyectando sobre ella una idea: que no te importa en exceso. Hablar sólo de ti es, en definitiva, el camino más corto para aburrir a una chica.

No seas negativo

La negatividad no vende. La negatividad no seduce. Una persona que sólo ve el lado malo de las cosas no resulta atractiva. Pregúntate una cosa: ¿para qué querría una mujer estar con alguien para quien cualquier cosa es susceptible de convertirse en un problema? Así, si no quieres aburrir a una mujer cuando hablas o chateas con ella, preséntate ante ella como alguien positivo. Sólo a una persona a la que le gustara ser y ejercer a diario de muleta emocional podría interesarse por una persona negativa/depresiva. Y las personas que se nutren de las desgracias de las demás para sentirse alguien no son, en principio, las mejores compañías para transitar la vida gozando de ella y aprovechando todas sus posibilidades de disfrute.

Recuerda quién es el centro de atención

Si has establecido contacto con una mujer y estás hablando/chateando con ella, hazte continuamente la siguiente pregunta: ¿quién es el centro de atención de ese encuentro? La respuesta es sencilla: ella. Si no exclusivamente (tú tampoco tienes por qué anularte), sí en gran medida. Por eso debes ejercitarte en el saber escuchar. Por eso debes sonreírle continuamente. Por eso debes saber qué preguntar y cómo preguntarlo para que la mujer, sin sentirse invadida en su intimidad o sentirse incomodada por una catarata de preguntas demasiado personales, perciba claramente que estás interesada en ella.

No seas halagador en exceso

Hay que saber manejar los piropos cuando se dialoga con una mujer si no queremos resultar cargantes. Ya lo vimos en nuestro artículo “El piropo: un arma de doble filo”. Halagar continuamente a una mujer sobre su físico o sus cualidades puede resultar cargante y poco natural. Y eso, también, es el camino más directo para aburrir a una mujer. La mujer puede sentirse más honda y sinceramente halagada si le preguntas por algo que verdaderamente le interese que si, de manera machacona, alabas una y otra vez su belleza o cualquier rasgo de su personalidad que pueda resultar atractivo. Para no aburrir a una mujer, pues, huye del halago reiterado y antinatural. Piensa que la mujer puede sentirse más halagada por una forma de ser mirada que por un piropo dicho de manera atropellada, antinatural y a destiempo.

Selecciona los temas de la conversación

Por supuesto que hay mujeres a las que les gusta el fútbol y que conocen que, más allá de Messi o de Cristiano Ronaldo, existen otros futbolistas en el universo futbolero y que no es lo mismo un mediocentro que un interior ni un offside que un penalti; pero, créenos, no es lo habitual. Mejor no arriesgar al respecto y buscar temas de conversación que no tengan que ver con el fútbol, el automovilismo, los coches, las motos o los videojuegos. Será lo mejor para no aburrir a una mujer. ¿Que después resulta que, por ejemplo y suponiendo, la chica en cuestión es una apasionada del motociclismo? Pues entonces sí que podemos empezar a hablar, ya sin complejos ni disimulos, de si Márquez o de si Rossi, de si Honda o de si Yamaha. Pero, ciertamente, mejor eludir ese tipo de temas hasta que estemos seguros de que, al menos, a esa chica a la que queremos conquistar le atraen e interesan tanto como a nosotros.

No inicies una conversación inacabable

Hay conversaciones que no tienen fin… porque no pueden tenerlo. Esas conversaciones inconclusas y, por tanto y en cierto medida, estériles y fracasadas, giran sobre temas en las que las posturas mantenidas por los contertulios son absolutamente irreconciliables. Son, lo que suele decirse, conversaciones delicadas que abordan temas que afectan de un modo directo a las personas que las mantienen. Pues bien: esas conversaciones deben evitarse por todos los medios. ¿Qué podemos conseguir con ellas a la hora de intentar conquistar a una mujer? Algo muy sencillo: que la mujer huya de nuestro lado para no volver a darnos la oportunidad de otra cita. Por eso, para no aburrir a una mujer y no discutir con ella en la primera cita, elude aquellos temas que puedan resultar conflictivos.

No presumas de experiencia ni trabajo

El currículum vitae debe servir para conseguir un trabajo, pero no para impresionar a una mujer ni para conquistarla. Si esgrimes tu currículum como arma de seducción es muy probable que te encuentres con una reacción adversa por parte de la mujer a la que deseas conquistar. De hacerlo, de utilizar tu experiencia profesional y, sobre todo, tu sueldo, como arma de seducción, lo que estarás haciendo será, en buena medida, proyectar una imagen engreída de ti. Que alguna mujer pueda considerar tu sueldo como un buen motivo para estar contigo no quiere decir que ésa sea la mejor base sobre la que afianzar una relación con vocación de mantenimiento en el tiempo. Piensa que una relación que se establezca en base a los intereses económicos ni es sana ni es sostenible en el tiempo. Ahora, si lo que deseas es un rollete… En cualquier caso, si quieres no aburrir a una mujer, evita sacar a relucir tu currículum en la conversación.

Evita el pasado

La melancolía, al igual que sucedía con la negatividad, no vende. El pasado, pasado es. No conviene, pues, sacarlo a relucir demasiado en una conversación, sobre todo si al hablar de él se habla de las relaciones sentimentales que en él mantuvimos. Un hombre hablando de sus antiguos ligues puede parecer dos cosas: un fatuo que presume de las conquistas adquiridas (¿yo seré también, dentro de poco, una de esas conquistas?, puede preguntarse la mujer con la que hablas y a la que intentas conquistar) o un llorón que no ha sabido superar sus fracasos amorosos y que, de alguna manera y en cierta medida, aún sigue enganchado. Sin duda, dejar traslucir esa melancolía en una conversación no es lo mejor que se puede hacer para no aburrir a una mujer cuando se habla o chatea con ella.

Busca temas que interesen a las mujeres

Finalmente, queremos destacar que para no aburrir a una mujer cuando se habla o se chatea con ella hay que buscar temas que le interesen para, una vez localizados esos temas, centrar la conversación en ellos. ¿Qué temas podrían ser ésos? A continuación te damos unas ideas:

  • Ambiciones de la mujer.
  • Viajes o lugares a los que le gustaría ir.
  • Cosas que a ellos le apasionen.
  • Experiencias de cuando era niña.
  • Impresiones sobre cultura popular.