Poder social y comunicación.

Se necesita otro aspecto para tener poder social. Cuando una persona, en una conversación, necesita algo del grupo – aprobación, aceptación o interés de los demás – menor será su poder social. Cuanto más independiente y seguro seas, podrás llegar a tener un altísimo poder social.

Por último, el poder social también se ve afectado por entregar sin recibir nada a cambio. El hombre que más da tiende a tener mayor cantidad de poder social.

Poder social es:

– La ley del menor esfuerzo
Llamar la atención
– Ser y tener la necesidad de ser libre
– Dar valor social

¿Qué hace el poder social por ti? Una de las formas en que las mujeres juzgan a un hombre es valorando la cantidad de poder social que tiene. Por lo tanto, cuanto mayor poder social, serás más deseable y tendrás mucho más atractivo.

ESFUERZO CONTRA META CUMPLIDA.

En un principio, para perfeccionar tus habilidades sociales, es probable que tengas que esforzarte un poquito. Es normal y natural, tienes que ir de fase en fase para ir avanzando. Sólo hay que ser consciente de ello.

Conversando.

La conversación es un arte en sí mismo, el arte de dirigir una conversación a buen puerto es primordial. Aquí se encuentran algunos de los temas universales para hablar con una mujer:

Teatro
Relaciones
– Peligro
– Predicciones, destino y coincidencias
Aventuras
Exótico

Las mujeres tienen gustos diferentes en cada una de las categorías, anteriormente, indicadas. Por ejemplo, en el tema de relaciones habrá algunas que disfruten hablando de las relaciones de los famosos, sin embargo, a otras, le interesará más hablar de los novios de sus amigas – pero los principios básicos son los mismos y la mayoría de las mujeres encuentran dentro de estas categorías, algo interesante (siempre y cuando se presente bien la conversación) Es importante ser capaz de hacerle entrar en la conversación e irla conociendo para así evitar posibles confusiones y ratos aburridos con tu interlocutora. Tienes que irte adaptando a ella y a sus exigencias.

Un pequeño ejemplo de esta adaptación en las conversaciones se produjo una vez que comencé a viajar. Yo quería explicar a todo el mundo mis experiencias y naturalmente, a las chicas que iba conociendo. Después de todo, ¿qué podría ser más interesante que mis aventuras en tierras extranjeras? Mientras a algunas mujeres les parecía muy interesante y me escuchaban con atención, esperando a escuchar nuevos relatos a otras, sin embargo, les parecía aburrido ya que apenas habían viajado. ¿Así qué no podría hablar de mis aventuras con todas las chicas?

La solución la encontré ajustando mis historias en algo que a ella le pudiera relacionar. En lugar de profundizar en mis viajes, le preguntaba a la chica: ¿te gusta viajar? Y si ella me respondía afirmativamente le volvía a preguntar ¿dónde? Entonces ella me explicaría sus relatos y yo los relacionaba con los míos y así, pronto, podríamos comenzar a conversar sobre temas que nos interesara a los dos y relacionarlos: hablar sobre comidas exóticas en países lejanos o profundizar sobre las culturas de otros lugares. Si ella me respondía que no, le diría: bueno, si pudieras ir a cualquier lugar del mundo, ¿dónde irías? Y ella, si es romántica nombraría algún rincón de Italia o de Francia. Entonces relaciono mis experiencias y le puedo comentar: nunca me he atrevido a viajar sólo a allí, el idioma, la cultura me intimida. ¿Qué sabes de esos lugares? En este momento, ella reacciona con entusiasmo y empieza a hablar. En estos momentos, ya estás relacionado con ella. Luego, lo demás es fácil. Sólo hay que ponerle imaginación.

Hay tres técnicas de conversación importantes y que tendrías que dominar:

– El corte de rosca. Ten en cuenta que la mayoría de la gente no quiere hablar de cosas aburridas, pero a veces ellos quieren mantener la conversación y ya que no se puede llegar a nada interesante, tiran de algo aburrido esperando que alguien pueda reconducir la conversación por un camino más interesante. Digamos que alguien del grupo empieza hablando de trabajo (aburrido) o de su mascota muerta hace unos días (deprimente) u algún otro tema que no discurre con talante y no prospera. ¿Qué haces? Pues lo más practico es cortar el hilo. Coge la palabra de la última frase y comienza una nueva conversación. Por ejemplo, si alguien estaba diciendo: “hoy en la oficina, la maldita impresora no funcionaba y mi jefe presionando para que tuviera los informes a tiempo” podrías decir: “no me gustan los jefes malos, son los peores. Una vez tuve uno que era alcohólico y se ponía hasta las botas la noche anterior, al día siguiente venía con un pestazo que mareaba” y a esto, le puedes preguntar a la otra persona: “¿qué haces cuando tu jefe no está?”

– Pase amplificación. Ahora digamos que se plantea un tema interesante. Cuando se hace eso, animas a tu compañera a seguir con el tema y, así, de esa manera, te das la oportunidad de conectarte más a ella. Algunas maneras de seguir con el tema: “de ninguna manera, cuéntame más” o “¿cómo es posible?” o “¿cómo te hace sentir eso?”. Al mostrar interés, estás reforzando tu conexión con ella. O bien, puedes compartir una experiencia relacionada al tema que ella hable y ponerte a ti como ejemplo. Así le animas a seguir con la conversación.

– Enlazar temas. Puedes conservar una conversación abriendo otra. Esto es importante ya que siempre podrás volver al hilo anterior en caso de que te quedes sin conversación. Por ejemplo, ella podrá hablar de su plato y puedes empezar a abrir hilos diferentes sin dejar atrás el principal. Enlazar temas sin acabar y, de esa manera, se hará casi imposible quedarse sin palabras.

Finalmente, una nota muy importante en las conversaciones: lo creas o no, la forma de construcción de conexión humana no para de trabajar. Cuando más te explica de sí misma, más conectado contigo estará. No tiene nada que ver con lo que ella sepa de ti, sino de la confianza que te coja y de los detalles que te explique de su vida. Y será entonces que frases como estas saldrán de su boca: “tenemos buena conexión” ”siento que te conozco desde siempre” cuando de hecho, ella aún no sabe nada de ti.

Tienes que ser capaz de poder mantener una conversación con todo el mundo. Practica con los compañeros de trabajo, con los amigos, con los camareros, con la familia, etc. Conviértete en una persona social.