Hoy vamos a probar con cosas nuevas: un aquí te pillo, aquí te mato. Un baño caliente con la luz tenue de las velas. Sin prisas y repitiendo sabe mejor y un masajito en las manos, esperando que al estar relajadas, acaricien mi piel más sensualmente.

A ELLAS LES GUSTA LENTO Y SIN PRISAS

A las mujeres les gustan las cosas con calma y fáciles: les gusta que les trates suave y románticamente … o eso es lo que dice la historia. Aunque hay veces en que una mujer sabe lo que quiere y no es, especialmente, algo bonito y romántico. Hay momentos en que tu pareja no le apetece algo lento y cuidadoso. Los estados de ánimo cambian, pero si ella no te lo dice y te explica lo que quieres no lo puedes saber: ah no ser que seas adivino. Tu pareja tendría que ser más específica, y no tendría que haber ese tipo de secretos entre vosotros: hace falta confianza.

Mi amor, sé que te gusta hacerme el amor suave y románticamente: con caricias, besos, mimos y lisonjas. Pero hay veces en los que necesito otra cosa: sexo duro y puro. Suena mal, pero un aquí te pillo y aquí te mato, a veces, lo necesito.

UN BAÑO CALIENTE

Cuando él llega a casa, se ducha (cómo norma rápidamente) y ella, suele hacer el ritual de un baño caliente. La diferencia es que él lo hace para limpiarse y ella para relajarse. Esta noche, antes de que tu pareja llegue, prepara un baño caliente. Llena la bañera de espuma, ilumina el cuarto de baño con velas y enciende incienso, pon música relajante y espérale, desnuda y dentro de la bañera. Haced de este ritual una experiencia sensual, no sexual.

Cariño, vente al cuarto de baño: te espera una sorpresa. Estoy aquí, relajada y quiero compartirlo contigo. Desnúdate y entra en la bañera conmigo: el agua está calentita. Siéntate delante de mí y acomódate. Siente la música, el agua, nuestros cuerpos desnudos, el aroma del incienso y vamos a relajarnos.

REPETIRLO (CUANDO HAY TIEMPO)

Uno de los problemas en el campo sexual es que las cosas se hacen demasiado rápido. Eso no siempre gusta, y aunque a veces los chicos intentan controlarlo: se va muy rápido. En esta vida hay que tomarse las cosas con calma y observar todo con calma. Por eso, cuando tengáis tiempo, después del primer orgasmo (suele ser muy rápido) relajaos en la cama. Dale un masaje en la espalda, con delicadeza y ves dándole besitos (en el cuello, en la espalda, en los glúteos, en las piernas) Mientras él descansa, agotado por el orgasmo, dile que se dé la vuelta y masajéale el pecho y dale besitos en el cuello, en el pecho, en las ingles, en sus dedos, en su sexo … cuando esté listo, haced el segundo asalto y veréis como lo disfrutáis mucho más.

Mi amor, esta noche vamos a descansar y mañana por la mañana, con más tiempo, haremos el amor. Descansa ya que cuando nos despertemos, lo haremos sin prisas. Y cuando acabemos, no tendrás el sueño que te entra cuando lo hacemos por la noche (al estar cansado de trabajar, es normal) y te daré un masaje, acompañado de besos y verás que el segundo asalto, lo disfrutaremos mucho más. Ven, vamos a dormir. Verás que mañana te vas con una sonrisa al trabajo.

PLACER EN LAS MANOS

Las mujeres saben lo que es el placer de un masaje en las manos, ya que ellas frecuentan lo salones de uña y disfrutan de esos masajes. Cuando mejor y más categoría tiene el salón, más sensual será el masaje. Tener a alguien que te masajee es un deleite al alcance de pocos y no es algo que podamos hacernos a nosotros mismos. Coméntale, cuando llegue a casa que le vas a dar un masaje en las manos: con buenas intenciones y aunque no tengas técnica lo importante es la intención. Puedes usar cremas, estira sus dedos, dóblalos, frótalos y hazle un masaje en los antebrazos. Hazle sentir atendido, relajado y feliz. Dile que, después, utilice las manos recorriendo cada parte de tu cuerpo.

Esta noche, amor, deja tus manos en mis manos. Voy a masajearte los dedos y los antebrazos con suavidad, para que luego puedas utilizarlos acariciando mi cuerpo, cada parte de mi cuerpo. Quiero hacerte sentir relajado, con cremas y aceites: y aunque no sea una experta en el tema, verás que te sentirás como un príncipe. Sólo espero que luego me compenses tú a mí.