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emociones

La extravagancia como arma para ligar

No hay vuelta de hoja: los raros tienen su encanto. Saliéndose de lo trillado, consiguen, si no seducir, sí al menos llamar la atención. Y llamar la atención es, no lo olvidemos nunca, una de las condiciones que deben cumplirse como para que se pueda producir ese pequeño milagro al que llamamos ligar. En este artículo vamos a hablarte del uso premeditado la extravagancia como herramienta para ligar.

Los cuatro pilares de la persuasión

Conquistar es, en cierta manera, persuadir, es decir: conseguir con argumentos y razones que una persona actúe o piense de una manera determinada. No en vano, entre los sinónimos que los diccionarios nos proponen para el verbo persuadir figuran el convencer, el inducir, el atraer, el incitar y, por supuesto, el seducir. En este artículo vamos a destacar los cuatro pilares sobre los que se sostiene el acto de la persuasión.

La fórmula del amor

El amor es, sin duda, una de los grandes temas de la humanidad. Filósofos, escritores, cantantes, antropólogos, psicólogos… todos han dicho algo sobre el amor. Las últimas ideas sobre el amor editadas están recogidas en “La fórmula del amor”, una obra firmada por el psicólogo y máster en neurociencias por la universidad berlinesa de Freie Miguel Iglesias y por la comunicadora Natalia Urdinguio y editado por Plataforma Editorial dentro de su colección Actual.

Consejos para no malinterpretar whatsapps

Seguramente no es el mejor sistema, pero no por ello deja de ser utilizado por muchas personas para ligar. Estamos hablando del whatsapp, esa aplicación para móvil que ha revolucionado nuestra vida y nuestra forma de comunicarnos. Y es que el whatsapp puede ser un alma de doble filo. El whatsapp puede ser un texto fácilmente malinterpretable y, como tal, puede acabar ocasionando problemas más o menos graves en las relaciones.

Mitos del amor romántico

En algún artículo de nuestro blog lo hemos apuntado en alguna ocasión: el concepto que tenemos del amor está intoxicado por la visión romántica del mismo. O, dicho de otro modo, por los mitos creados alrededor del concepto de amor romántico. En este artículo te mostramos algunos de los mitos más extendidos del amor romántico y te advertimos sobre el riesgo que entraña que acudas a ligar o a tener tu primera relación sentimental con el peso de esos mitos sobre tus espaldas.

Sobre cómo quedar bien al invitar a una chica a casa

Cada persona tenemos nuestro rincón, esa madriguera en la que nos escondemos del mundo y en la que vivimos nuestra intimidad a nuestro modo. Para nosotros, ese rincón es una especie de santuario. Y en el santuario sólo entran las personas que están invitadas a hacerlo. En algún momento, en el proceso de seducción, puede surgir la posibilidad de que se invite a la persona que se quiere seducir a visitar ese santuario. Limpieza y orden son algunos de los aspectos que deberemos tener en cuenta para que esa invitación resulte finalmente un éxito.

¿Cómo saber si una chica está interesada en nosotros?

En esto de la seducción (como en toda interacción humana que dependa en gran parte de la reacción que pueda tener una persona que no somos nosotros) no hay nada seguro. En cierto modo, siempre avanzamos por un terreno en el que podemos encontrar una mina enterrada que, de golpe y porrazo, hace saltar por los aires toda nuestra esperanza de éxito. Para no arriesgarse en vano hay que prestar atención a las reacciones de la persona a la que queremos seducir e intentar interpretar correctamente esas reacciones.

¿Cómo escribir el primer mensaje a la hora de ligar?

¿Cómo romper el hielo cuando se ha conocido a una chica que nos hace tilín y con la que hemos intercambiado nuestro número de teléfono? ¿Cómo debe ser el primer mensaje que le enviemos? ¿Qué errores no hay que cometer en ese primer intento de comunicación por escrito? Saber qué poner en ese primer mensaje para ligar es fundamental, si no para triunfar, si al menos para no cerrarnos puertas a las primeras de cambio.

Cara y cruz del enamoramiento

Se suele hablar de mariposas en el estómago cuando se habla de las sensaciones que delatan la presencia revolucionaria y transformadora de eso que llamamos enamoramiento. Pero, ¿y si no notamos esas mariposas en el estómago? Después de todo, cada persona tiene una sensibilidad distinta. En ese caso, ¿cómo puedes saberse que se está enamorado de una chica? ¿Qué puede delatar el hecho de que nos guste de verdad? ¿Qué factores deben cumplirse para que esa chica, precisamente ésa y no ninguna otra, se convierta en objetivo prioritario de nuestras maniobras de seducción?

Sexo en la primera cita

No nos engañemos. Los chicos lo llevamos grabado en la cara desde el mismo momento en que conocemos a una chica por la que sentimos una cierta atracción. Lo llevamos grabado en la cara y su nombre es sexo. Eso es lo que buscamos desde el mismo instante en el que el mecanismo de la atracción se pone en marcha: sexo. Podemos estar debatiendo sobre los últimos acontecimientos políticos o rememorando aquellos tiempos en los que éramos compañeros de instituto. Nada de eso tendrá la suficiente fuerza como para arrancar de nuestra mente un pensamiento que está ahí, fijo en algún lugar de nuestro cerebro, y sobre el que volvemos una y otra vez: las ganas de tener sexo con esa mujer.

Cómo escogemos pareja

No hay comportamiento humano que pueda ser entendido de una manera unívoca. Si nos lo proponemos, cualquier actitud o gesto puede ser explicado de una y cien maneras distintas. Basta poner el foco de atención en un detalle o partir de una concepción determinada del mundo y de la vida para que la explicación de ese gesto o de ese acto sea una u otra. El acto de encontrar pareja no escapa a esta ley. ¿Qué buscamos en una pareja? ¿Qué intentamos encontrar en esa persona a la que intentamos conquistar?

Cómo comportarse en la primera cita

Lo has conseguido. Ya tienes la fecha para tu primera cita con esa chica con la que desde hace tanto tiempo deseabas quedar. Ahora llega el momento de los nervios, la hora de no saber qué hacer. Tienes miedo a meter la pata en algún momento. No te obsesiones. Todos hemos metido la pata alguna vez.