El poder de las feromonas

No lo dudes ni por un momento. Se lo huelen. Las mujeres saben cuándo estás pensando en ellas en términos eróticos. Hay algo que te delata y eso que te delata es perceptible al olfato. Ya no se trata de que evites la cara de cordero degollado que se te pone cuando estás rumiando la manera de avanzar hacia la intimidad de esa chica con la que estás hablando. Se trata de que intentes controlar tu propia producción de feromonas. Son a ellas, a las feromonas, a esas sustancias químicas que tu propio cuerpo segrega, a las que las mujeres perciben inconscientemente. Son ellas, las feromonas, las que te delatan. Ellas hablan de tu ansiedad y dan cuenta de tu desespero, algo que la mujer no suele valorar positivamente.

Del mismo modo que tus feromonas pueden hacer que una mujer se sienta predispuesta a tener algo carnal contigo, pueden hacer que una mujer levante una barrera infranqueable entre tú y ella. Un asiento rociado con exaltolide, síntesis de laboratorio del androstenol, lo convertirá en el asiento elegido por las mujeres que entren en una sala. Hay estudios que lo demuestran. En base a estudios de ese tipo puede decirse que la feromonas son señales olfativas que, de manera subsconciente, un sexo envía al otro. Cuando el sexo receptor la percibe, el órgano encargado de percibirlo envía una señal de carácter sexual al cerebro, que da su respuesta.

Estimulación de las feromonas para ligar

Atendiendo a eso, podemos comprender que lo más importante, a la hora de establecer un contacto, es segregar la feromonas más oportunas para llamar la atención sexual de esa persona con la que hemos contactado. ¿Puede realizarse eso de manera consciente? No exactamente, pero podemos, en cierta medida, intentar estimular la secreción de feromonas.

Para estimular dicha secreción hay que estimular el hipotálamo. Al parecer, es en esa parte del cerebro en la que se regula la excreción de feromonas. ¿Cómo estimular el hipotálamo? Practicando sexo, por ejemplo. Una vida sexual activa fomenta la secreción de feromonas. Sexo llama a sexo. No es que las mujeres, después de obviarte durante tanto tiempo, empiecen a fijarse en ti justo cuando tienes pareja. Es que al tener pareja practicas sexo (a no ser que seas o seáis unos fanáticos del llegar virgen al matrimonio) y es la práctica de ese sexo el que, de manera indirecta, te hace más atractivo para las mujeres. El tiempo de abstinencia sexual, pues, juega en tu contra. Cuanto más se te prolongue el tiempo de estar a dos velas más difícil te resultará atraer feromónicamente a alguien. Actívate sexualmente y te será más sencillo ligar. En el ligar, así, se cumple lo que el refrán dice sobre el comer y el rascar: que todo es empezar.

La práctica de ejercicio físico es otro de los métodos que pueden servirte para fabricar feromonas. La práctica de ejercicio le sienta bien al cuerpo y, por regla general, todo lo que le sienta bien al cuerpo ayuda a la generación de feromonas.

Perfumes con feromonas

Si a pesar de esto no consigues aumentar tu secreción natural de feromonas, deberás plantearte el recurrir a métodos menos naturales para exhalar ese cebo odorífico que quieres lanzar hacia el sexo contrario para que, de manera inconsciente, “pique” en él. Puedes optar por recurrir a perfumes y productos con compuestos químicos (tanto naturales como no) que imitan a las feromonas naturales del cuerpo. Hay empresas químicas especializadas en producir feromonas para hombres y mujeres.

Las feromonas naturales del cuerpo pueden ascender a contabilizar una cifra de hasta 50 tipos. Los sintetizados de feromonas, sin embargo, son fundamentalmente tres:

  • El Androstenol, presente en el sudor y directamente asociada a la idea de fertilidad, tiene influencia sobre las impresiones que podemos tener de una persona. En reuniones de negocio puede resultar muy útil.
  • La Androstenona, producida por las glándulas sudorípadas de las axilas masculinas. Transmite fuerza, seguridad y dominio, por lo que suele atraer a las mujeres y repeler a los hombres, que tienden a huir del territorio que parece marcado por otro macho.
  • Las Copulinas, presentes en las secreciones vaginales de la mujer, actúan contra la pérdida de libido y resultan relajantes para los hombres.

La industria del perfume ha tomado buena nota de las funciones que sobre el inconsciente parecen tener estas sustancias y las ha incorporado a las composiciones de sus perfumes. Hoy en día no es difícil encontrar en la fórmula de alguna que otra fragancia, colonia, etc. alguna de estas feromonas sintetizada.

Si eres hombre, puedes buscar alguno de estos perfumes con feromonas para reforzar tu emisión de las mismas: Jazz (YSL), Farenheit (Dior), Coolwater (Davidoff) o CK One (Calvin Klein).

Si eres mujer, podrás escoger, entre otros, entre algunos de los siguientes perfumes con feromonas: Coco Chanel y Coco Mademoiselle (Chanel), Amor Amor (Cacharel), Hypnose (Lancôme), Opium (YSL) o Gucci Rush (Gucci).

Una vez tengas el perfume en tu poder, recuerda algo fundamental: un perfume (por mucho que lo publiciten las respectivas marcas con un anuncio de sugerente belleza y voz en off sensualmente afrancesada) no te va a asegurar ligar ni tampoco la conquista de la mujer deseada, pero siempre va a jugar a favor. En el arte de la seducción el éxito puede, finalmente, depender de un pequeño detalle. Quizás ese detalle sea el aroma de un perfume que, en sus entrañas compositivas, encierre un toque de feromonas. Camufladas bajo las notas aromáticas propias del perfume, esas feromonas pueden hacer de caballo de Troya tras las murallas en apariencia infranqueables de ese objeto de deseo sobre el que has posado tu mirada de aprendiz de seductor.