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La personalidad del seductor

Están ahí. Y es con ellos con los que tenemos que competir cuando queremos a conquistar a una mujer. No son necesariamente guapos. No son obligatoriamente altos. Simplemente, parecen moverse dentro de una burbuja especial. Tienen “algo” y ese “algo” crea, alrededor de ellos, un campo magnético de atracción. Son los que entran en un lugar y de inmediato atraen todas las miradas. Son, en cierto modo, hipnóticos. Son los seductores. En este artículo vamos a ver cuáles son las características principales de su personalidad.

El piropo: un arma de doble filo

El piropo es, como utensilio de conquista, un arma de doble filo. Puede abrir puertas momentáneamente (cruzarlas dependerá, finalmente, de otros factores) pero también puede cerrarlas de manera definitiva invalidando cualquier esfuerzo de conquista posterior. Por eso hay que tener especial cuidado en el uso del piropo a la hora de ligar.

Ligar con mujeres bellas: un reto más allá del no

La mujeres bellas imponen. Intentar ligar con una mujer bella crea una ansiedad que juega en contra del éxito de la iniciativa. El no de una mujer bella no debe traducirse en la creencia de que todas las mujeres bellas te van a decir que no. Reafirmar la propia personalidad y adquirir la conciencia de que cada persona es un mundo es fundamental para superar el trauma del no.

Feromonas: cuando el ligar es una cuestión de química

Las feromonas son sustancias químicas que el cuerpo segrega y que juegan un papel fundamental en los procesos de atracción sexual. Es importante, pues, contar con ellas a la hora de iniciar el cortejo. la seducción puede depender de ellas. ¿Se puede fomentar su segregación natural? ¿Hay alguna manera de paliar artificialmente su déficit natural? Sexo y perfumes pueden ser dos caminos que confluyan en un punto realmente atractivo: el de más y mejor sexo.

Magia para ligar: trucos para regalar ilusión

La magia puede ser un mecanismo perfecto para ligar. Al fin y al cabo, para ligar es preciso inyectar una dosis de ilusión en la persona que debe ser seducida. ¿Qué mayor ilusión que la que proporciona el ilusionismo? Libros y cursos prácticos enseñan los trucos de magia que pueden servir para llamar la atención de aquella persona a la que queremos seducir.

La sonrisa, arma de seducción masiva

La sonrisa es, sin duda, una de las grandes armas de que disponemos a la hora de activar nuestros mecanismos de seducción. Estudios universitarios y opiniones de todo tipo apuntan en esa dirección. Sin embargo, la sonrisa debe ir adornada con un complemento imprescindible para ser realmente efectiva: la sinceridad. Una sonrisa insincera puede ser completamente contraproducente si tu intención es seducir a alguien.