Inga Verbeeck e Ivy International

No hace demasiado que hablamos en esta sección de la empresa Ivy International y de cómo esta empresa se había convertido en una especie de casamentera informática para personas que, con un importante nivel adquisitivo (celebrities, abogados, médicos, empresarios, banqueros y algún que otro millonario), deseaban conseguir una pareja a su medida. En dicho artículo hablábamos de cómo la tarifa mínima para beneficiarse de los servicios de Ivy International es de 10.000 euros y de cómo la empresa, que garantiza ocho citas anuales en un perímetro cercano al de la ciudad de residencia del cliente, había conseguido establecer sucursales en los cuatro puntos cardinales del mundo. Ciudades como Milán, Berlín, Nueva York, París, Amsterdam, Ginebra, Dubai, Londres, Barcelona o Hong Kong gozan de la presencia de una oficina de Ivy International.

En aquel artículo hablamos de cómo Ivy International había sido fundada por Inga Verbeeck y de cómo Inga se definía así misma como “matchmacker”. Pero, ¿quién es Inga Verbeeck? y, sobre todo, ¿qué podemos aprender de ella si queremos ligar? Natural de Bélgica, Inga Verbeeck es una apasionada del deporte, una experta patinadora artística (llegó a competir a nivel europeo) y una mujer decidida que, con 19 años, y ante las dificultades por las que pasaba la empresa familiar, dedicada a la importación y fabricación de acero inoxidable, se hizo cargo de ella hasta sanearla y hacerla crecer hasta el punto de que, 12 años después, consiguió venderla a un fondo de inversiones estadounidense. Fue entonces cuando Inga Verbeeck decidió fundar Ivy International, esta empresa destinada a encontrar para cada cliente aquella persona con la que se pueda sentir cómodo y le apetezca compartir algo.

La propia Inga Verbeeck acostumbra a explicar en sus entrevistas cómo funciona Ivy International a la hora de buscar pareja para un cliente. Una reunión primera e inicial de unas dos horas sirve para trazar un perfil psicológico detallado de dicho cliente. En dicha entrevista se trata de entender en profundidad quién es esa persona y qué es lo que necesita. Tras dicha entrevista se firma un contrato personalizado basado en las necesidades específicas del cliente. Ahí se determina, por ejemplo, en qué territorio se va a buscar compañía ideal para el cliente.

Esta primera entrevista puede servir para rechazar a algún cliente. Inga Verbeeck habla de un 20% de clientes rechazados. ¿Los motivos? Muy diversos: personas que no son serias, personas que acaban de salir de un divorcio y no están preparadas para iniciar una nueva relación, busca-fortunas, gente con expectativas poco realistas y, por tanto, imposibles de alcanzar.

En la selección de los candidatos intervienen dos tipos de factores. Unos son puramente cerebrales (por ejemplo: no se va a poner en contacto a una persona de Dubai con una de Milán si una de las dos no está dispuesta, bajo ningún concepto, a desplazarse). Otros factores son de carácter intuitivo y derivados de la experiencia. Ésta, y el grado de empatía y de inteligencia emocional que, al decir de algunos clientes, posee Inga Verbeeck, son fundamentales para que Ivy International consiga una tasa de éxito que ronda el 80%.

Consejos para ligar

Es esa experiencia de Inga Verbeeck la que le proporciona la autoridad suficiente para dar cinco consejos capitales a todas aquellas personas que estén buscando pareja y deseen ligar.

Esos consejos son los siguientes:

  1. Atreverse. Lo hemos resaltado en alguna ocasión en algunos de nuestros artículos. El primer paso es importante. Y hay que darlo. Para ello hay que abrirse a los demás, salir, hablar con gente. El amor tiene muchos trucos y usa de muchas trampas, pero entre sus costumbres no figura la de presentarse en casa de los que no se mojan. Para ligar hay que mojarse.
  2. Obviar las apariencias. La apariencia de una persona no siempre se corresponde con el fondo que habita dentro de esa persona. En esto, el refranero tiene razón : no te fíes de las apariencias. El envoltorio de un regalo no tiene que corresponderse con la valía de éste. Un diamante puede estar perfectamente envuelto en papel de diario. Una sonrisa encantadora no convierte a una persona en la pareja que nos conviene.
  3. Sé tu mismo. La mejor manera de ligar es ser uno mismo. La impostura sólo conduce, tarde o temprano, al fracaso. Se puede impresionar a alguien asumiendo un rol falso, pero sobre esos cimientos nunca se podrá sostener nada serio. Si quieres conseguir algo con vocación de futuro, muéstrate tal y como eres. Sin máscaras ni maquillajes. Después de todo, tu verdadero rostro deberá asomar en algún momento. Y lo hará. Mejor que lo conozcan de buenas a primeras.
  4. Autoestima. Sí, lo sabemos: en nuestro blog hemos dedicado más de un capítulo a la autoestima y a quererse uno mismo. Pero en este aspecto, al menos, no hay que dejar que insistir. Inga Verbeeck lo dice de una manera bien clara: « tu mejor amigo eres TÚ ». Estar seguro de uno mismo es fundamental para conseguir ligar. Una persona con la autoestima baja no sólo tardará más en dar ese primer paso que es imprescindibile en el ritual de la seducción, arriesgándose así a que ese paso quede, por tardío, condenado a la esterilidad. Una persona con la autoestima baja deberá también, y si se da el caso de que al final consiga conectar con otra persona, sufrir la inseguridad de sentirse siempre emocionalmente a remolque de esa persona y a merced de las decisiones que ella tome respecto a la marcha de la relación y a las normas de funcionamiento interno de la pareja.
  5. Apartar el ayer. El ayer no siempre puede olvidarse. Y en el ayer se esconden, seguramente, algunos fracasos que en su momento dejaron su herida. Que éstas no sangren como sangraban al principio no quiere decir que, de alguna manera, aún supuren. Ni todas las cicatrices se curan con el tiempo (como señala Inga Verbeeck) ni las cicatrices ayudan a andar (como canta Aute). Por eso hay que evitar la tentación de retroalimentarse con el dolor pasado y abrir los ojos al presente. Después de todo, no es del pasado de donde nos va a llegar el amor (aunque ese amor pueda haberse encontrado, por ejemplo, en una de esas cenas de antiguos compañeros de colegio o instituto), sino del presente. Por eso es el presente, y sólo el presente, a lo que debemos prestar atención cuando decidimos apostar por conocer a una persona e intimar con ella. Soltar lastre es el mejor camino para volar libre. Inga Verbeeck lo sabe bien. Por eso está convirtiendo Ivy International en una plataforma excelente para encontrar esa pareja con la que siempre has soñado. Puedes pensar que sus servicios son algo caros, pero… ¿tiene precio la felicidad?