Hoy vamos a romper la rutina con miradas, masajes, caricias y control del orgasmo
MÍRAME
No es ningún secreto que a los hombres les gusta mirar. Puedes, o no puedes, sentirte a gusto estando desnuda delante de tu pareja, pero seguro que a él le gusta. Puedes combinar el erotismo de verte desnuda y la excitación de tocarte a ti misma con una experiencia educativa para vuestra relación. Al permitir que él te mire cuando te tocas, estarás ayudando a que aprenda como te gusta que te toquen. De esa manera, le darás una experiencia que, seguramente, ha fantaseado muchas veces. Una vez en la cama, invítalo a sentarse a tu lado y que disfrute de las vistas. Utiliza tus manos para explorar tu cuerpo. No pienses en ello como si fuera una actuación, si no como un momento para disfrutar de placer. Puedes hacer que dure el tiempo que tú quieras. Él, en ese momento, será feliz y se quedará sin aliento, ya verás. Y tú disfrutarás con el morbo de ser observada. Cuando te apetezca, le invitas a que se una al juego.
Esta noche, amor, voy a relajarme en la cama, a desnudarme y dejar que mis manos recorran todo mi cuerpo. Quiero que disfrutes viendo como mis manos acarician mis pechos, mi estómago y, finalmente, se paran en mi sexo. Mira cómo se mueven mis manos, observa mi placer. Más tarde, quiero que te unas a mí y uses tus manos como yo lo he hecho. Pero hasta el momento, simplemente, deléitate y disfruta mirándome.
TÓCAME COMO YO LO HAGO
Esta noche vamos a combinar los elementos de auto placer con los masajes, así le darás la atención que se merece a tu pareja. Una vez en la cama, dile que se siente detrás de ti. Siéntate delante suyo y cógele las manos y guíale como si fueran las tuyas propias. Recorre tu cuerpo, tus curvas acariciando con las manos de tu compañero. Él querrá complacerte, así que dejará que le guíes por cada lado de tu cuerpo más rápido, más lentamente o al ritmo que tú le marques. Ahora te toca relajarte y concéntrate, exclusivamente en tu placer. Será un placer compartido.
La próxima vez que estemos en la cama, quiero que tus manos se conviertan en mis manos. Ponte cómodo, me voy a sentar delante de ti, desnuda, y abrázame con tus brazos hasta que tus manos alcancen las mías. Imagina que tus manos son las mías. Vamos a tomarnos un tiempo, quiero sentir tus manos en mi cuerpo y al ritmo que yo te marque.
UN MASAJE ESPECIAL
Siempre hay que tocarse cuando se hace el amor, pero esta vez, conviértelo en un estimulante para su pene, en forma de masaje. Va a ser un trabajo con las manos, pero ni tan siquiera va a llegar al orgasmo, simplemente dedícale toda la atención a su miembro viril. Consiga un poco de aceite, moje sus manos y frote sus manos en su pene, en sus testículos y luego, agarra el eje de su pene y, lentamente, mueve tus manos de arriba abajo, con un masaje suave. Centraos en el masaje. Lo que viene después, vendrá intensificado.
Cuando hagamos el amor esta noche, voy a hacer una breve parada y dejaré que te acuestes de nuevo. Voy a untar mis manos con un aceite y voy a masajear tu pene suavemente. No se trata de que tengas un orgasmo, si no que vamos a aplicar la energía de esta parada para estimularte. Deja que te masturbe lentamente.
CONTROL
Te pasas el día gestionando todo: tu tiempo, tu vida, tu trabajo, tu familia, tu hogar. A veces, ya no quieres pensar en nada más. Esta noche quiero que tomes el control del dormitorio, de nuestro nido del amor. Las luces, el estado de ánimo, la ropa, la música … quiero que esta noche domines todo, mi amor, voy a ser completamente pasiva.
A veces, mi amor, te cansas de planificar la vida o, inclusive, de pensar en cualquier cosa más. Creo que necesitas unas vacaciones. Pero lo que quiero es hacer el amor contigo. Así, que esta noche, antes de dormir, quiero que me pidas que ropa llevar, que escojas la música, que gradúes la luz. Tengo la intención de que mandes en todo, voy a cumplir tus fantasías en el dormitorio. Quiero darte todo el placer.